Se aproxima el cierre de la décima temporada de Mentes Criminales y la serie ofrece lo
que en principio deberían ser los episodios más completos. El capítulo de esta
semana está relacionado con un aspecto fundamental en la vida: la protección.
Normalmente la encontramos situándonos en un entorno estable, formado por
nuestra familia y amigos que proporcionan esa seguridad. Pero, ¿qué sucedería
si no disponemos de dicho entorno? Te animo a que sigas leyendo. ¡ALERTA
SPOILERS! Si quieres saber lo que ocurrió en el episodio anterior, clica aquí.
Está claro que uno de los objetivos principales en
la vida es sentirse protegido, y lo conseguimos alcanzando cierta estabilidad
proporcionada por nuestros seres más queridos. ¿Pero qué pasaría si perdiésemos
a esa persona que nos da esa protección? Este es el supuesto que presenta
Tawnia McKiernan, directora del capítulo, en el que el asesino sufre una
enfermedad mental (de tipo esquizofrenia) desarrollada tras la pérdida de su
madre. Esta enfermedad provoca en el asesino, interpretado por Joe Adler (The Mentalist o Shameless), visiones irreales que alteran fuertemente su
comportamiento.
El equipo comienza a investigar el caso y su primer
indicio es señalar que, a priori, las tres víctimas hasta el momento no tienen relación
alguna. McKiernan, con experiencia en capítulos anteriores de Mentes Criminales como el “10x11: Forever people”, establece una
trama en la que poco a poco el asesino se va encerrando en un callejón sin
salida generado por sus continuos asesinatos. Por otra parte, la unidad encuentra
en la escenografía de los crímenes las pistas principales, que llevaran a
descubrir la enfermedad del sospechoso. De esta forma, el escenario demuestra
que el asesino mató a las personas viendo alucinaciones (maltratos, peleas,
etc) que en realidad no ocurrían. Una vez hallada la pista clave, una búsqueda
en las bases de datos será suficiente para encontrar a la persona que se ajusta
al perfil.
En líneas generales el episodio es bastante
predecible, exceptuando la parte final que es más emocionante en la que el
equipo tiene localizado al asesino, pero éste no se entregará fácilmente. “La
realidad es simplemente una ilusión, aunque una muy persistente”. Esta frase de
Albert Einstein refleja en cierta medida la paradoja del episodio, en la que el
asesino al principio se encontraba protegido por su madre, pero al perderla decide
proteger a otras personas aunque sea equívocamente por sus alucinaciones.
En el tramo final del capítulo aparece la trama que
se venía comentando en artículos anteriores, que será la que eche el cierre a
la temporada. Se trata de la trama en la que la sobrina de la agente Callahan
(Jennifer Love Hewitt) y una amiga suya son secuestradas por un presunto pederasta.
Tiene toda la pinta de que se tratará de un capítulo a contrarreloj.
Un asesino enfrentado entre lo real y lo ficticio.
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