Título original:
The childhood of a leader
Año:
2014
Atlántida Film Fest:
Sección Memoria
Duración:
115 min
País:
Reino Unido
Director:
Brady Corbet
Reparto:
Bérénice Bejo, Liam Cunningham, Tom Sweet, Robert Pattinson, Yolande Moreau, Stacy Martin
The childhood of a
leader es el debut en la dirección del actor Brady Corbet,
basado levemente en el relato 'L'enfance d'un chef' incluido en la
novela 'Le mur' de Jean-Paul Sartre. La película, presentada
en la pasada 72º Mostra de Venecia y ahora rescatada para España en
el Atlántida Film Fest, nos muestra tres fragmentos en la infancia
de un niño que intentan sintetizar su maligno devenir,
contextualizado en el fin de la I Guerra Mundial.
Corbet se ha marcado un
opera prima más que interesante, sobre todo a nivel formal, donde
destaca la planificación y una estética bastante cuidada. El
mensaje, mostrando un auge totalitario desde la más tierna infancia
y una educación represiva, acaba quizás cayendo en la obviedad y la
remarcación, sobre todo en el epílogo final, aunque tiene la
suficiente fuerza para mantenerse y no caer durante la proyección.
Además, la película puede entenderse bien como algo más cerrado
(el mensaje anteriormente descrito) o algo más abierto, la maldad en
sí misma o el anticristo, en la línea de La profecía e
infantes a los que no hay que acercarse. Pero desde luego es más
productiva la primera visión, además que se complementa muy bien
con el contexto del Tratado de Versalles y sus consecuencias
posteriores para Alemania y Europa en general.
El director apuesta por
un reparto conocido, donde Bérénice Bejo (The artist, Elpasado) y Liam Cunningham (Juego de Tronos) son los padres
de la criatura, Stacy Martin (Nymphomaniac) es la institutriz,
Yolande Moureau (habitual del cine francés) la criada y quien
verdaderamente se ocupa del niño y el joven Tom Sweet es Prescott,
el epicentro de todo. También tiene un breve papel Robert Pattinson,
aunque personalmente no entiendo muy bien su inclusión en la
película. A lo mejor el personaje del pequeño Prescott debería
haberse dibujado con algún que otro matiz, porque en la película es
casi imposible sentir alguna empatía por él, por tanto a veces
puede parecer que más que la educación severa y distante de los
padres, es la propia naturaleza del muchacho la que inunda de maldad
sus venas, lo que hace la película menos interesante de lo que
podría haber sido.
Tampoco escapa de cierto
esquematismo, pues sus tres fragmentos, aunque acaban mostrado una
evolución hacia el final, el camino va marcado por el mismo patrón,
mermando el ritmo de la película y haciéndola algo pesada. Pero,
como digo, pese a sus fallos y una ambición quizás desmesurada por
parte del director, no deja de ser un debut agradable, en el sentido
de que muestra potencial e ideas y arriesga en vez de conformarse con
fórmulas sencillas.
6/10
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