Título original:
The shallows
Año:
2016
Fecha de estreno:
15 de Julio de 2016
Duración:
87 min
País:
Estados Unidos
Director:
Jaume Collet-Serra
Reparto:
Blake Lively, Óscar Jaenada, Brett Cullen, Sedona Legge, Janelle Bailey, Chelsea Moody
Distribuidora:
Sony
Infierno azul es
más bien una película pequeña que de una superproducción, pero
que ya viene marcada desde marketing con el estigma de la comparación
con el Tiburón de Spielberg hace que las expectativas viajen
a un nivel que la película ni se acerca. Y es que Collet-Serra está
más pensando en la línea de la serie B y el exploitation que en el
ejercicio de suspense que se marcó el maestro en su día.
La película con una
buena presentación del personaje de la protagonista, sacando de algo
rutinario capta el interés por la protagonista a través de una
conversación en spanglish con un mexicanizado Óscar Jaenada.
A esto le vendrá ya uno de los que a la postre será uno de los
lastres de la película: el énfasis en el aspecto visual. Utilizando
la Go pro y multitud de planos deportivos, las escenas de surf
destacan sobremanera, hasta el punto que no sabes si estás en un
documental sobre este deporte o en una peli de tiburones, al
principio. Para mi gusto se recrea demasiado, al igual que no puede
evitar la cámara despegarse del cuerpo de Blake Lively en algún que
otro plano de pasarela cara a la galería masculina. Todo esto al
final se acabarán comiendo la tensión de la cinta misma y su fuerza
dramática. Muy vistosa, sí, pero creo que el énfasis en el
apartado visual distrae de lo que debería primar, el suspense. Al
menos, esta tendencia a los nuevos recursos solventan el manido tema
de las llamadas y los planos-contraplanos de manera solvente.
El juego de supervivencia
entretiene, eso no lo podemos negar, y Blake Lively recoge bien ese
testigo de heroína ante la adversidad. Maquillaje convincente en
general (como efectos especiales, al nivel de si un tiburón te hace
eso o no... ya no entro), pero donde se le va la mano a Collet-Serra
es en los tópicos de manual de supervivencia del cinéfilo, esos
lugares comunes a los que no suelen escapar este tipo de películas
que merman su impacto. De hecho, la película quizás se toma muy en
serio como para disfrutarla como un exploitation más de tiburones
pero no es lo suficientemente seria como para destacar en la mente
del espectador. Un buen ejemplo creo que es el recurso de la gaviota,
que pudo ser una buena baza, bien tratado, pero queda bastante
ridículo, sobre todo el momento “recolocación del ala”.
El tiburón, convincente
y dando el pego en gran parte de la película (quizás en la parte
final se le note más el CGI), no infunda el suficiente peligro,
aunque esto más que de la presencia del tiburón en sí, es cosa de
la poca tensión narrativa. Cuando como espectador no temo por la
vida de la protagonista en una película de estas circunstancias,
algo no se está haciendo bien. Y es que sacarse una escena como la
de las medusas resume el gran problema: primar el fotograma a la
narrativa. Porque como escena en sí es estúpida, pero queda bonita
como postal.
Es curioso, porque el
trascurrir de la película la va debilitando,y en vez de coger
tensión, cada vez la va perdiendo más, llegando a un desenlace poco
satisfactorio y más de serie B chusca. Toda una sucesión de "venga
va" in crescendo hasta un epílogo innecesario que deja peor
sabor de boca, cuando, en realidad, en su hora y media ha
entretenido, que es uno de los principales objetivos.
La sensación final es
que como peli de tiburón y supervivencia propiamente, solo cumple a
medias, pero es corta y tiene algún detalle curiosón. Al menos la
premisa de que la salvación (la orilla) esté tan cerca y tan lejos
a la vez (de ahí viene el título original, The shallows,
poco profundo) es atractiva. Pero no puedes quitarte de la cabeza la
sensación de 'decepción'.
5,5/10
En lo de que se acerca a la serie B, estoy de acuerdo. Pero en que va perdiendo tensión, no. A mí me hizo retorcerme en la butaca. Si bien confieso que siento especial debilidad por los survival.
ResponderEliminarSaludos.