The signal
Año:
2014
Fecha de estreno:
13 de Febrero de 2015
Duración:
95 min
País:
Estados Unidos
Director:
William Eubank
Reparto:
Brenton Thwaites, Olivia Cooke, Beau Knapp, Laurence Fishburne, Lin Shaye, Robert Longstreet, Jeffrey Grover
Distribuidora:
eOne Films
Me
gusta ver cine independiente por la frescura de sus propuestas.
Las
ganas de comerse el mundo, de sorprender y ofrecer una película que,
de algún modo, traspase la barrera del poco presupuesto y las
limitaciones que suponen en los rodajes. Desde luego suponen una gran
alternativa a la mayoría del cine actual enfocado más al negocio de
“vender entradas” más que al ofrecer un producto de cierta
calidad artística. La
señal,
segunda película de William Eubank tras Love,
se engloba en estas películas que respiran amor desde el rodaje,
proyectos Sundance que siempre son interesantes de ver, aunque no
sean todo lo redondos que nos gustaría.
La
película, premiada en Sitges por sus efectos especiales, nos habla
de tres estudiantes universitarios (Nic, su novia Haley y su mejor
amigo Jonah) a los que en sus vidas se les cruza un hacker que
ha conseguido colarse en los sistemas del MIT y sacar a la luz fallos
de seguridad y les tiene verdaderamente intrigados. Después de
intercambiar provocaciones online, deciden ir en su encuentro, pero
en un giro inesperado de los acontecimientos, Nic acabará en un
misterioso centro de investigación, sin rastro de su novia y amigo,
y con el inquietante Dr. Wallace Damon interrogándole.
La
acción está enfocada para descubrirla a la vez que nuestro
protagonista, lo que le confiere a la película un aura de misterio e
intriga lograda hasta cierto punto de la trama. El problema ya surge
cuando llevas a cierto punto y ves que esta misma trama no avanza y
se convierte más en una película de evasiones
y el
argumento queda relegado a un segundo plano. De hecho, la película
está construida más pensando en el aspecto visual que en la
historia en sí, que da la sensación que es una mera excusa. Y
quizás este es lo que más llama la atención negativamente, que el
guión, que es justo donde las obras con poco presupuesto suelen
pulir más, aquí se tira de tópicos para desarrollar la acción y
centrarse en lo que le interesa a Eubank. El personaje de la novia es
poco menos que un pelele, la forma de presentar al hacker y, por
tanto, la trama, un tanto confusa y, ya una vez entrados en materia,
el desarrollo y la conclusión de la trama no sond el todo
satisfactorias. Es una pena, porque habiendo trabajado más el guión
se podría haber sacado una película de más peso.
Pese
a este lastre, La señal
sabe sacar pecho y ofrecer cosas interesantes. Sabe crear expectación
e interés por su protagonista, ofrecer una fotografía cuidada y
lucir unos efectos especiales muy convincentes y vistosos. Dejándose
llevar por una historia como mera excusa, la atracción de feria
surte efecto y podemos decir que su visionado es bastante ameno. Se
la podría englobar en aquellas cintas de ciencia ficción
independientes como Seguridad no
garantizada,
por ejemplo, que saben hacer de sus limitaciones un punto a favor y
se crecen ante las adversidades. No pasarán quizás a la historia,
pero sí ofrecen savia nueva tanto al género como al espectador
ávido de enfoques nuevos y sensaciones distintas a las
megaproducciones más prefabricadas.
Podríamos hablar de las actuaciones, pero tanto el actor en auge Brenton Thwaites (lo vimos en Maléfica y Oculus, lo veremos en Gods of Egypt, The Giver o Piratas del Caribe 5) como el venido a menos Laurence Fisburne no dejan tampoco actuaciones que aguanten en la memoria largo tiempo. O quizás por el enfoque de la película parece que luzcan menos, centrada más en otros aspectos.
La señal es una
película, en definitiva, ciertamente interesante, recomendable para
amantes de la ciencia ficción de toque independiente y cinéfilos
abiertos a descubrir nuevos directores con ideas frescas y
atractivas.
6/10
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