En el episodio de esta semana de Modern Family los protagonistas están
de vacaciones. Quién sabe si de Semana Santa, de feria de Abril. Unas
vacaciones de primavera que cada uno
aprovecha a su manera, por supuesto. Puedes leer el recap del capítulo
anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
En casa de los Dunphy, Alex está
ansiosa por saber a qué universidad va a entrar y no se despega del portátil. No deja de chequear si le llega una
respuesta, de ello depende su admisión. Su madre, Claire, está preocupada por
esa conducta casi obsesiva, así que le cuenta a su hija que debe de salir de
casa. ¿Por qué no acompaña a su hermana
Haley a ese festival de música tan de moda?
Haley no está muy por la labor. Por un
lado, da cuenta de que ella no va allí a divertirse, sino a captar nuevas tendencias y prendas de
vestir (ya, claro). Además, teme que el resto de asistentes piensen que su
hermana es policía. Pero la idea gusta a Alex, al final. Puede arruinarse el
día y estar todo el rato encerrada en casa o
salir y arruinar el de Haley. No hay color.
En casa de Cam, éste también está algo
nervioso. Va a cantar Memory en el
colegio, vestido de gato y todo. Es una gran oportunidad de demostrar todo lo
que vale. Otro obsesionado es Mitchel.
Está procupado por Lily, que está de campamento en el bosque y es la primera
vez que está tanto tiempo alejada de ellos. Además, todo empeora cuando reciben
una foto de su hija en la que levanta dos dedos. Habían quedado en que, si no lo estaba pasando bien, les haría
una señal y ellos irían a por ella. Y era esa.
El matrimonio Jay – Gloria no pasa
mucho tiempo junto. Mientras que la mujer está intentando que él deje de fumar,
Jay ha aceptado a intentarlo siempre
y cuando Gloria abandone su pasión por ver telenovelas a todas horas.
Intentando escapar de la mirada vigilante de su esposa, Jay decide acompañar a Mitchel al campamento, así que Gloria hará
lo propio con Cam en su musical.
Cuando Cam y Gloria llegan al salón de
actos del colegio, se cruzan con otro profesor (que no se lleva muy bien con
Cam). Resulta que él también tiene su disfraz de gato y va a cantar
esa misma canción. Cam decide ser mejor y le cede el tema para que lo cante él.
En ese instante, Gloria empieza a verlo todo sospechoso y explica la situación
análoga que ocurrió en una de sus
telenovelas, que no tiene nada que ver.
De vuelta con los Dunphy, Claire está
haciendo limpieza de armarios, y entre las cajas de trastos de los que se
quiere deshacer Phil descubre su preciado banjo. Al hombre le encanta, de hecho se hace llamar Ban Jovi. El
único problema, minúsculo, es que no sabe tocar y eso ha traído de cabeza a su
mujer. Sin embargo, pronto descubrimos a un nuevo fenómeno en la familia, Luke,
que parece tener una habilidad natural para el instrumento y en poco tiempo se aprende algunas canciones.
Claire está encantada con el banjo –ahora-
y Phil, algo molesto, empieza a verse desplazado por su hijo: decide enseñarle
algo que no sabe, el Dunphy Tuck, una pirueta en cama elástica
que es algo así como tradición en la familia. Parece que por fin va a demostrar
que sabe hacer algo que Luke no, pero todo lo contrario. Mientras él no llega a
girar siquiera, a la primera su hijo logra
hacer la pirueta y repetirla varias veces.
Enfadado, el padre interrumpe a Luke
mientras toca el banjo, le asegura que ya está bien de instrumentos y se lo
quita, momento en el cual le hiere en el ojo con una de las cuerdas, que se
rompe. En la consulta del médico nos
enteramos de lo que le pasa a Phil. El día anterior no pudo terminar una
carrera que tenía prevista, y justo entonces aparece su hijo haciéndolo todo
mejor que él. Se da cuenta de que se está haciendo mayor, y el también, por
supuesto. Por suerte, su ojo se
recuperará.
Claire ha intentado contactar durante
mucho rato con su hija Alex, pero no contesta, así que llama a Haley. La
hermana mayor puede que esté en problemas: veía
enfurruñada a Alex, así que le insto a beber y ahora la ha perdido entre la
multitud. Extrañada, su madre se cuela en su portátil y entonces descubren que
Alex no ha sido admitida en Harvard, de ahí ese comportamiento extraño. Haley
habla con ella, y se da cuenta de que lleva toda la vida preparándose y ahora le parece que ha sido en vano.
Sin embargo, su hermana la reconforta: haga lo que haga, estudie donde estudie,
lo hará bien.
Antes de dar comienzo el musical de
Cam, empiezan a tener problemas. El que se ha quedado su papel empieza a sufrir
incidentes: le cae muy cerca un saco de arena, bebe un té ardiendo y se
tropieza con un bote de pintura del propio Cam. Como era de esperar, todo el mundo mira al hombre, culpabilizándole.
Cam sale de allí corriendo, pero las telenovelas de Gloria le hacen pensar y la
mujer se dirige a hablar con el profesor en cuestión. Resulta que todo estaba
planeado, quería dejar en mal lugar a Cam, sin embargo su plan se va al traste,
pues Gloria había activado su micrófono y todo
el mundo ha podido escuchar su confesión.
En el bosque, Jay llega con su hijo
Mitch. Éste le confiesa que quiere “rescatar” a Lily debido a una experiencia horrible que tuvo de
pequeño. En un campamento como aquel al que fue empezaron a contar
historias de miedo y el llamó aterrado a Jay para que fuese a por él, a lo que se
negó. El hombre se justifica, asegurando que eso le hizo ser más fuerte y seguro.
Mitch encuentra a Lily, y se da cuenta
de que está pasándoselo estupendamente, contando historias de terror. Le descubren, así que le insisten para que
cuente él alguna. Aunque en un principio los niños se están aburriendo, todos
salen despavoridos cuando detrás de él aparece una figura (que es Jay). Al
final sí le ha terminado rescatando de
un campamento.
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