Título original:
Marie Heurtin
Año:
2014
Fecha de estreno:
01 de Abril de 2015
Duración:
95 min
País:
Francia
Director:
Jean-Pierre Améris
Reparto:
Isabelle Carré, Ariana Rivoire, Brigitte Catillon, Gilles Treton, Laure Duthilleul, Sonia Laroze, Noémie Churlet, Martine Gautier, Patricia Legrand, Stéphane Margot
Distribuidora:
A Contracorriente Films
A
muchos os sonará la historia de Hellen Keller. Ciega y sorda desde
los 19 meses por una enfermedad, este hecho hizo que hasta los 7
años, esta niña fuera incapaz de comunicarse con el mundo, hasta
que sus padres la llevaron al Instituto Perkins para ciegos, donde
una especialista la estuvo formando, lo que sirvió ya no sólo a
nivel personal para Keller, sino todo un gran avance para la
educación especial. Gracias a esta enseñanza, Keller pudo ir a la
universidad, convirtiéndose en la primera persona sordociega que
obtenía un título universitario. Posteriormente escribió dos
libros, fue una activista y filántropa destacada y siempre estuvo
apoyando los derechos de las personas con discapacidades, hasta el
punto que el presidente Jimmy Carter proclamó que el 27 de Junio
(día de su nacimiento) sería celebrado (en Estados Unidos, claro)
siempre como el día de Hellen Keller. Y ni qué decir tiene que la
amistad que profesó por aquella, primero instructora y luego amiga,
llamada Ana Sullivan, duró hasta la muerte de ésta en 1936. Y digo
que debería sonarnos por la famosa película El milagro de Ana
Sullivan, film de Arthur Penn que se llevó dos Oscars de los
cinco a los que optaba en 1963, siendo estos los correspondientes a
sus dos actrices.
Y
es que, y esto lo leeréis mucho en referencia a la película, la
historia de Marie Heurtin y Hellen Keller guardan mucha similitud,
siendo incluso contemporáneas. Eso sí, con la diferencia de que la
familia de Keller estaba mucho mejor posicionada que la de Heurtin
(su padre era dueño de un periódico y había sido capitán del
ejército confederado, mientras que la familia de Heurtin era de
procedencia humilde), lo que le dio mayores oportunidades.
Marie
Heurtin, ciega y sorda de nacimiento, estuvo hasta los diez años sin
prácticamente ninguna educación, siempre a cargo de su familia que
la cuidaban como buenamente podían y se dejaba. En apariencia era
una joven salvaje, desaliñada y ruda, incapaz de comunicarse con sus
semejantes. Es por ello que su familia, al final, optó por dejarla
al cuidado de la Hermana Marguerite, del Instituto Larnay, que hasta
entonces sólo habían tratado con jóvenes sordos, pero no ciegos.
Esto le supuso todo un reto a Marguerite, probando algún método
eficaz para que Heurtin consiguiera expresarse, hasta que, después
de muchos meses y mucho trabajo duro, Marguerite consiguió enseñarle
el lenguaje de signos. Al igual que Ana Sullivan y Hellen Keller,
entre la hermana Marguerite y Marie Heurtin se fraguó una gran
amistad, casi incluso un vínculo materno-filial, hecho que sirvió
también para que Marguerite experimentase propiamente también unos
conocimientos que le eran ajenos, por su condición vinculada a la
iglesia.
Es
por esto que esta enseñanza sirve, no sólo a Heurtin, sino a la
propia formadora, mostrándose así la película como una oda a la
enseñanza y los vínculos que forman entre formador y alumno, más
allá de la discapacidad de la que trata. La historia de Marie
Heurtin, del director Jean-Pierre Améris (Tímidos Anónimos),
equipara en su película la enseñanza con el proceso de la vida,
siguiendo los pasos fundamentales de descubrir-vivir-morir y lo que
conlleva cada una de estas etapas. Seguramente el director tuvo en
mente la película El pequeño salvaje, de Truffaut para
mostrar el proceso de “civilización” de Heurtin, que, al igual
que en el film de 1970, se utiliza un diario para seguir el proceso
educacional. Pero Améris dista mucho del enfoque semi-documental que
empleaba Truffaut, apostando por un tono más desdramatizado y
apoyando la fuerza del relato en el trabajo de sus dos actrices,
Isabelle Carré como Marguerite y Ariana Rivoire como Heurtin. Es
ésta relación y su complicidad lo más destacado de la película y
el germen de las emociones del relato.
Carré,
actriz de gran reputación en Francia, contando en su filmografía
con trabajos de directores desde los emergentes Melánie Laurent o la
dupla Olivier Nakache, Eric Toledano hasta los ya consagrados
François Ozon, Bertrand Tavernier, Alain
Resnais o Jean
Becker. En cambio, su compañera de reparto, Rivoire, sorda en la
vida real, es su primer papel en la gran pantalla. Ambas se
compenetran a la perfección y aportan candor a la emotiva historia
que nos cuentan. Así, La
historia de Marie Heurtin
quizás sea una película de menores pretensiones que El
milagro de Ana Sullivan,
pero lo compensa ofreciendo una frescura y cercania, tanto en su
narrativa como por parte de su elenco actoral, lo que la convierte en
esas pequeñas pero atractivas películas que merece la pena visitar.
7/10
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