Título original:
Project Almanac
Año:
2014
Fecha de estreno:
30 de enero de 2015
Duración:
106 minutos
País:
Estados Unidos
Director:
Dean Israelite
Reparto:
Sir Maejor, Sofia Black-D'Elia, Sam Lerner, Amy Landecker, Ginny Gardner, Jonny Weston, Gary Weeks, Gary Grubbs, Katie Garfield.
Distribuidora:
Paramount Pictures
Project
Almanac no deja de
ser otra película de ciencia ficción, solo que en este caso muestra una historia
y una técnica de grabación en cierto modo diferente a otras del mismo género.
No hay duda de que funciona, sobre todo en el rango juvenil en vista a la
cartelera, pero que quizás sin un ritmo tan descuidado y con un fondo que
transmita emociones más allegadas y personales podría considerarse una película
más equilibrada.
Tras el reciente estreno de Autómata de Gabe Ibañez donde quedaba
bastante claro que el género de ciencia ficción es una tarea pendiente para el
cine español, llega a las carteleras Project Almanac (pinchar en el nombre para ver el trailer), una sci-fi estadounidense que, sin desentonar en demasía con el
trabajo del director español, se presenta en cierto modo con una trama más
innovadora y con una acción más trabajada que en el caso español. Así pues, la
temática de los viajes en el tiempo se encuentra muy presente en el cine,
recordando la maravillosa historia de Atrapado
en el tiempo (Ramis, 1993) con Bill Murray como protagonista, la fantástica
trilogía de Regreso al futuro (Zemeckis,
1985, 1989 y 1990), Looper (Johnson, 2012) o la comedia romántica Una cuestión de tiempo (Curtis, 2013). No
es sorprendente ver tras los créditos el nombre de Michael Bay, director
encantado por todos los temas futuristas y científicos como ya hemos podido
apreciar con la saga Transformers, a
pesar de haber realizado películas de otros géneros.
De esta forma, con la huella de Bay,
el alma de Project Almanac reside en
la historia. Varios amigos, que están estudiando ciencias en el instituto, descubren
la imagen del personaje principal (David Raskin) en un vídeo de su niñez. Tras
investigar cómo ha podido aparecer, descubren en el sótano una serie de
artilugios tecnológicos que analizándolos determinan que se trata de una
especie de máquina del tiempo. Lo especial de la historia es la manera de
transmitirla desde un ámbito estudiantil y con un lenguaje coloquial. Sin
embargo la trama posee un ritmo frenético, alocado, sin ningún tipo de descanso
para el espectador y lo que es peor, no posee detrás de esa gran acción creada
un fondo más emocional que permita, además de recrear en la mente la propia
historia, empatizar con los personajes. Definitivamente, ese fondo reflexivo
proyectado en Autómata es justo lo
necesario en Project Almanac y las
virtudes mencionadas anteriormente es lo imprescindible en el filme español.
Al igual que en las películas mencionadas
al comienzo del artículo, la trama continúa de la manera más predecible, en la
que los protagonistas viajan al pasado para cambiar determinados momentos
mejorando así la situación en el presente. En este tramo del metraje se llega a
alcanzar el clímax generado fundamentalmente por la mezcla entre los
acontecimientos producidos, la música que encaja a la perfección y la
percepción del sentimiento de felicidad por ver cumplido sus mayores deseos y
fantasías. Escenas como la del concierto de Lollapalooza, con la canción "Radioactive" de Imagine Dragons, es un claro reflejo de sensaciones muy cercanas entre amigos, que consiguen proyectar una escala de
felicidad en el espectador similar a la que experimentan en la película.
Por otra parte, no termino de debatirme si la forma
de rodaje del filme en modo cámara llega a ser adecuado. Valorándolo como
una forma de diferenciación con respecto a otras películas del mismo género se
puede contemplar como un signo positivo, pero el mix entre dicha forma de
rodaje y el ritmo frenético incesante me obliga a declinar la técnica como un
aspecto más desfavorable que conveniente. Principalmente se debe a que influye
como un factor más en la sensación de pesadez sobre el espectador,
convirtiéndose en una película agitada que termina por marearte. Aún así no
significa que no funcione, ya que en muchos tramos este método de grabación
genera una importante veracidad, incluso sobre algunos sucesos que son claramente
imposibles de creer.
6,75/10
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