The Theory of Everything
Año:
2014
Fecha de estreno:
16 de enero de 2015
Duración:
123 minutos
País:
Reino Unido
Director:
James Marsh
Reparto:
Eddie Redmayne, Felicity Jones, Emily Watson, David Thewlis, Charlotte Hope, Charlie Cox, Adam Godley, Harry Lloyd, Maxine Peake.
Distribuidora:
Universal Pictures
Llegaba el momento de ver una breve historia del tiempo, del Todo. Nominada a mejor
película de drama y premiado Eddie Redmayne en los pasados Globos de Oro, y
seria candidata a los Oscar 2015 en las categorías principales son algunos de
los alicientes para ir a disfrutarla al cine. Sin embargo el objetivo más difícil
de estas películas es satisfacer las altas expectativas creadas por los
espectadores, una tarea realmente complicada. Así pues, la novela de Jane
Hawking (primera esposa de Stephen Hawking) narra la vida de uno de los físicos
más reconocidos en la actualidad sin enfocar una visión exclusivamente basada
en sus logros científicos, sino sobre todo mostrando el esfuerzo para
sobrepasar los límites de cualquier adversidad, en este caso su enfermedad
(Esclerosis lateral amiotrófica).
Con ciertos tonos similares a Una mente maravillosa (Howard, 2001),
James Marsh trata y consigue conmovernos con las interpretaciones de los
actores protagonistas. Por un lado con el espíritu de superación de Stephen,
tratando de superar cada día las barreras que se le presentan bajo el precepto
de “no deberían de existir límites para el esfuerzo humano” y, por otro lado
con la consistente lucha que supone para Jane (Felicity Jones) afrontar todos
los problemas y cuidar de la familia. Es imposible no identificar en Jane el
papel encarnado por Jennifer Connelly en la película de Ron Howard, ayudando en
todo momento a superar la esquizofrenia del matemático John Nash. Todas estas
emociones son plasmadas a lo largo del filme en el espectador, que empatiza de
una manera sorprendentemente veraz con los sucesos que discurren a los dos
protagonistas. Tanto sucesos dramáticos como esperanzadores, e incluso
humorísticos, se encuentran reflejados de una manera realista e ingeniosa, aunque sin duda el aspecto más destacable es el afable trato del tiempo, convirtiéndose en un factor decisivo para Hawking.
Sin llegar a abarcar diversas
temáticas, la perspectiva que expone Marsh llega a convertirse por momentos
perfecta exponiendo tan sólo una bella historia de amor en la que se tratan de
solventar los problemas que van surgiendo de la mejor manera posible. Ni
siquiera la enfermedad, que por escasos tramos se convierte en drama, llega a
destacar por encima de los sentimientos e impresiones que transmiten con cada
situación que comparten. Situaciones, además, bien definidas por los contrastes
de color y luminosidad del plano, incurriendo en colores amarillentos, azules o
rojos en referencia a los sentimientos que se tratan de manifestar durante las
distintas escenas. Por ejemplo, la escena del baile representada con tonos azulados en la que Hawking compara con la detonación de millones de estrellas al mismo tiempo. Por momentos también se aprecian ciertas referencias a Mi pie izquierdo (Sheridan, 1989), sobre
todo en la evolución favorable que experimenta Stephen para integrarse en la
sociedad, asimilándose al cambio que sufrió Christy Brown (Daniel Day-Lewis) aprendiendo
a pintar cuadros con su pie izquierdo en el filme del director irlandés.
8/10
Más que merecido el Óscar a mejor actor para Redmayne. Interpretó a Stephen Hawking de una manera excelente, no parece que viéramos a un actor, sino al mismo científico.
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