Where to Invade Next
Año:
2015
Fecha de estreno:
27 de Mayo de 2016
Duración:
119 min
País:
Estados Unidos
Director:
Michael Moore
Reparto:
Documental
Distribuidora:
Avalon
El ingenio de Michael Moore nos ha
servido para conocer mejor las problemáticas sociales, políticas y sistemáticas
que vive un gigante como Estados Unidos. Las armas, la sanidad, el
retorcimiento de Bush de los hechos que llevaron al 11-S… El documentalista sabe
que la crítica necesaria es la que nace desde el interior, con conocimiento de
causa, y si esa crítica es constructiva, será recibida como un consejo a
escuchar. Para hacer su nueva película, cruzó el Atlántico, alejándose de su
América natal, con el objetivo de recopilar políticas sociales que exportar -o
recuperar- a “la tierra de la libertad”. Agujerear el muro de las desigualdades
propias -aunque no exclusivas- de Estados Unidos a base de humor con una
profundidad patriótica y, sobre todo, de deseo de mejora.
Partiendo de la asimilación de
que en todo país hay ciertas injusticias sociales, extrae de cada territorio
que visita aquella pieza social que mejor encaja en su puzle idealista, de
lógica popular. Desgraciadamente utópico, a pesar de la lógica que emana de él.
Moore estructura con buena mano el documental, que tiene el mensaje claro de que
un país carcomido socialmente puede recuperar su mayor lustre. La perplejidad
con la que asume cada una de las interesantes propuestas brinda una necesaria
dosis de comedia, sin la cual la película habría tenido una carencia vital. Algo
llamativo, ya que durante el transcurso del documental uno se pregunta cómo
reaccionaría un espectador estadounidense ante la expectativa de tener una sanidad
gratuita, una jornada laboral más respetuosa o una comida decente en los
colegios, ya que el europeo tiene un bagaje mucho más diferente que aquellos. Al
menos para nosotros, europeos con cierta base social, la comedia está
garantizada, y Moore es consciente de que su sorpresa también genera una
reacción similar en nosotros.
Lo más reprochable podría ser ese
patriotismo que comienza a olerse con más fuerza en el segmento final de la
cinta, aunque siempre esté latente en la misma, ya que en todo momento la
expedición tiene como objetivo exaltar la valía que tendría Estados Unidos de
recuperar aquello que les llevó a la cima. Pero conociendo la filmografía de
Moore, estos tintes chovinistas son su constante, ¿cómo cambiar las cosas a
mejor en mi gran país? Mientras que los europeos saben cómo criticar sin que la
meta única sea clamar un grito cargado de egolatría. Lo cual no quita que para
lubricar la entrada de un documental con la expresa crítica que tiene ¿Qué invadimos ahora? a su propio país,
sea necesaria la capa de humor y el sentimiento napoleónico de conquista.
Recientemente, Cyril Dion y
Mélanie Laurent ya trataron de abrir los ojos a nivel global de la necesidad de
un cambio a muchos niveles con su documental Mañana, y la película de Moore tiene un espíritu similar, aunque se
centre únicamente en su tierra. Pero acierta de lleno al desplazarse por
diversos países y reflejar sus puntos de esplendor, ya que el sueño americano
se ha ido descomponiendo, y hay que ser capaces de aplaudir aquello que
engrandece a los vecinos de otra patria. Y esa grandeza se alcanza y asienta
por la vía social.
7,5/10
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