Médecin de campaigne
Año:
2016
Fecha de estreno:
27 de mayo de 2016
Duración:
102 min
País:
Francia
Director:
Thomas Lilti
Reparto:
François Cluzet, Marianne Denicourt, Patrick Descamps, Christophe Odent, Isabelle Sadoyan, Félix Moati
Distribuidora:
Caramel
A modo de curiosidad, me pregunto cuántas películas galas se estrenan al año en España con la frase promocional "el éxito del año en Francia" (o algo similar). A bote pronto, este 2016 ya hemos tenido O los tres o ninguno, El novato o El juez, por ejemplo Este teórico gancho, de tanto usarlo, acabará surtiendo el efecto no deseado. Porque ya empieza a apestar a camelo. La asistencia a las salas francesas no se puede comparar -por cultura- a la de las salas patrias. Además, Francia cuida su producción cinematográfica produciendo varios sleepers al año de ahí que las distribuidoras españolas centren sus esfuerzos en vender por ese canal las películas francesas de su catálogo. Precisamente Thomas Lilti ya sabe lo que es eso de un sleeper. Su anterior trabajo, la celebrada Hipócrates, fue aclamada por los espectadores gracias a su retrato de la cotidianidad de unos médicos en un hospital. Y la cotidianidad, esta vez de un médico rural, es la impulsora de su nueva obra, Un doctor en la campiña.
Thomas Lilti es un gran conocedor del tema médico. Licenciado en medicina, compagina su trabajo como director de cine con el de facultativo. Su experiencia y conocimiento del medio sanitario, le han llevado a centrarse en el componente humano de su -primera- profesión. Más allá de estar protagonizadas por doctores, sus películas poco tienen que ver en cuanto al tema tratado. En Un doctor en la campiña, las pretensiones son mostrar los quehaceres diarios de un médico rural, una suerte de héroe para la población de un pequeño pueblo a quien el facultativo conoce, cuida y aconseja. Su figura es imprescindible e irremplazable para los lugareños. Pero este doctor esta enfermo y le obligan a delegar tareas en una nueva doctora, que llega al pueblo a prestarle su ayuda. Él la rechaza hasta que comprende lo necesaria que es la mujer por sus competencias, experiencias y tenacidad.
La película compone un minucioso retrato de alguien dedicado a la medicina en un entorno rural. Basa su fuerza en la humanidad y la cercanía del tema tratado y presenta al doctor como un hombre insustituible y casado felizmente con su trabajo. Su pertenencia al medio rural, tras tantos años ejerciendo la profesión es incuestionable; por eso, la llegada de una "instrusa" sacará su lado más cínico. El protagonista masculino es Dustin Hoffman François Cluzet, un rostro muy querido y popular entre el público español gracias a su papel en la vitalista Intocable. En el film de Lilti, se viste de un hombre cabezota, bonachón y transigente, alguien con quien es fácil empatizar, tanto por su carácter como por su situación personal. El papel femenino recae en Marianne Denicourt -repite con Lilti tras Hipócrates-. La elección de Denicourt fue medida porque no es la típica doctora novata jovencita: se trata de una mujer de unos cuarenta y muchos años, con una evolución personal detrás, para darle más fortaleza al espíritu luchador de esta doctora.
La relación entre los dos médicos y cómo interactúan con el medio rural se convierte en el motor de Un doctor en la campiña. Lilti maneja la situación para crear un drama cargado de sentimiento donde el humor se mimetiza con las dificultades de un entorno hostil para una recién llegada - el personaje de Cluzet no duda en hacerle novatadas-. La capacidad de dibujar personajes entrañables unida a la empatía generada por los dos actores principales, son las bazas más destacadas de esta película. Pero, además, Lilti aprovecha el medio cinematográfico para dar visibilidad al problema del médico rural, una especie en peligro de extinción en Francia, denunciando las adversidades de esta profesión y mezclando ese drama humano con un trasfondo político social donde destaca su compromiso con la igualdad en el acceso a la sanidad y el derecho a morir en casa.
6/10
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