Título original:
Right Now, Wrong Then (Ji-geum-eun-mat-go-geu-ddae-neun-teul-li-da)
Año:
2015
Fecha de estreno:
06 de Marzo de 2016
Duración:
121 min
País:
Corea del Sur
Director:
Hong Sang-soo
Reparto:
Jeong Jae-yeong, Kim Min-hee, Yoon Yeo-jeong, Gi Ju-bong, Choi Hwa-Jeong, Yoo Joon-sang
Distribuidora:
La Aventura Audiovisual / Good Films
Quien conoce ya el cine
de Hong Sang-soo sabe más o menos qué esperar en cada una de sus
nuevas propuestas. Un cine intimista, pocos personajes, dramas
románticos con tintes cómicos, roles comunes... Sus películas son
como pequeños oasis, poco planeadas y más dadas a capturar la magia
del momento. Ahora sí, antes no, me deja sensaciones
similares a cuando vi En
otro país, película sencilla y de amable visionado, pero
que no acaba de conectar emocionalmente conmigo como desearía.
El protagonista vuelve a
ser un director de cine (Hong Sang-soo se justifica diciendo que le
es más fácil trabajar con elementos que conoce), aunque realmente
lo que importa son las relaciones humanas que suceden en la película
(como en el cine del director coreano en general). Ahora sí,
antes no plantea la misma historia vista desde dos ópticas,
según actitudes diferentes de su protagonista. De hecho, gran parte
de la película es parecida, solo leves matices que, poco a poco, van
cambiando el devenir de la la historia de ambos, dejando la moraleja,
bastante obvia pero no por ello menos apreciable, de que siendo
honesto contigo mismo y con el resto de la gente que te rodea, las
cosas siempre te irán mejor, aunque al principio no lo parezca.
La película tiene sus
mejores bazas en la espontaneidad de sus actores y contagiar su
feeling al espectador. Si bien me peca de los mismo que ya me
pasó con En otro país, y es que como unidad, como película,
me falta conectar mejor el “experimento”, la justificación de
repetir la historia. También puede que al principio, esto haga
sentir a la película que no evoluciona... Hasta que la película
acaba, no se comprende del todo las intenciones del director y el
mensaje que quiere dejar, por lo que gana más en la cabeza que
durante el visionado en sí. En este sentido, hay que agradecer las
dosis de humor que imprime en ciertos momentos, como los momentos de
ebriedad (que son reales, no fingidos), que ayudan al ritmo de la
película.
El cine de Sang-soo es
así, pequeñas historias en pantalla, dos o tres personajes y
apelando a conectar con las emociones del espectador. Y justamente
según de fuerte sea dicha conexión se sentirá de intensa la
película. La verdad es que me hubiera gustado que esta fuera más
fuerte, pero aprecio este tipo de cine que oxigena las carteleras y
que ofrece esa preciada alternativa al cine más comercial.
6,25/10
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