Fúsi
Año:
2015
Fecha de estreno:
13 de mayo de 2016
Duración:
94 min
País:
Islandia
Director:
Dagur Kari
Reparto:
Gunnar Jónsson, Sigurjón Kjartansson, Arnar Jónsson, Ilmur Kristjánsdóttir, Margrét Helga Jóhannsdóttir, Franziska Una Dagsdóttir, Sigurður Karlsson
Distribuidora:
Surtsey Films
Si un flaco favor se
le podía hacer a “Fúsi”, la más reciente y galardonada película de Dagur Kari,
era exponerla en la cartelera con el título más <<telefilmero>>
posible, “Corazón Gigante”. Y es que tan peligrosamente está jugando siempre el
guión con los más conocidos clichés de los films de sobremesa, que más de uno podría
caer en la trampa fácil y abandonar la aventura antes de darle tiempo a
revelarse como la maravilla que es. Porque verdaderamente, a pesar de que Fúsi
quiere aparentar no ser un ejercicio cinéfilo interesante, es mucho más honda y
llega mucho más hondo de lo que podrías imaginar.
Un inmenso Gunnar Jónsson
interpreta a Fúsi, nuestro protagonista, un cuarentón con sobrepeso que vive
con su madre y que adora estudiar sobre las batallas de la segunda guerra
mundial (hasta el punto de tener una detallada maqueta de la batalla de El
Alamein, que le sirve de paso para sus juegos de estrategia). Todo es difícil
para Fúsi: relacionarse con las personas no es su fuerte y llega incluso a
considerarlas un fastidio para seguir con su anestesiada forma de vida; tiene
cierta facilidad para tratar con los niños, aunque la gente tiende a considerarlo
un potencial pervertido; y nunca ha tenido una novia, el elemento que más
fuertemente pesa y empuja contra su vida cotidiana. Sobre la clásica estructura
del chico que conoce a una chica, sumándole el ingrediente del personaje
marginado y del herido psicológicamente, se servía sobre la mesa una habitual
receta para el desastre, desastre que finalmente no llega porque los encargados
de la historia sabían qué era exactamente lo que debían evitar hacer.
Y es que pese a un
torpe inicio, donde existe una desesperación desmedida por intentar tocar la
culpa del espectador (no siempre desacertada), el director trata tan bien a su
protagonista y lo entiende hasta tal punto que logra sacar la ternura incluso
en aquellos lugares que ya hemos visitado demasiadas veces. Además, muy pronto
la estructura de la comedia romántica se desarma y se deforma, dando lugar a
inesperados giros y a un final que sin lugar a dudas es lo opuesto a lo que
podíamos imaginar.
La dirección del
franco-islandés busca los planos cerrados y opresivos, intentando que
compartamos esa incomodidad social que un personaje tan introvertido como Fúsi.
Así logra que el espectador esté siempre muy comprometido con cada revolucionario
descubrimiento social de Fúsi, por más tonto e insignificante que sea para el
resto de los mortales. He aquí una de las grandes bazas de la cinta, que si
bien toca muchos temas, nunca pierde de vista que es la historia de cómo Fúsi
va liberándose de sus propias cadenas, y ninguna otra cosa, ni siquiera su
primer y único amor, toma nunca el protagonismo.
Las evidentes raíces
de la obra del franco-islandés en el cine de autoayuda, no le impiden dejar
marcada a fuego su diferencia y trascendencia en el marco de miles de
olvidables obras similares. Su agridulce final (fijo que deja descolocado a más
de uno) deja claro que la búsqueda de la cinta va más allá de la sensiblería
habitual y nos recuerda que la sensibilidad humana es ante todo un acto de la inteligencia.
La forma en que conectamos con el personaje y lo entendemos, es el logro que
hace tan inolvidable al film.
7/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario