Título original:
Les Combattants
Año:
2014
Fecha de estreno:
7 de Agosto de 2015
Duración:
98 min
País:
Francia
Director:
Thomas Cailley
Reparto:
Kévin Azaïs, Adèle Haenel, Antoine Laurent, Brigitte Roüan
Distribuidora:
Surtsey Films
Cuando el sentimiento de supervivencia cala hondo en una persona, puede cambiar por completo su forma de enfrentarse al mundo. Les Combattants, alabada con varios premios en el pasado festival de Cannes llega a la cartelera española con una intención de entretener al espectador pero sin dejar quizás la huella que pretende.
Arnaud, un joven que se enfrenta a una nueva realidad familiar cuando muere su padre y tiene que encargarse junto a su hermano del negocio de madera, vive bajo unos ideales y unas aspiraciones fijas, le puede el deber de hacer lo correcto. Durante un campus informativo de las fuerzas armadas, en una sesión de autodefensa se enfrenta a Madeleine, una joven obsesionada con la idea de sobrevivir a cualquier tipo de Apocalipsis que pudiese ocurrir que se convierte en su némesis desde ese mismo momento y a la vez el pilar que sostiene su mundo, o eso cree.
Thomas Cailley debuta con su primer largometraje con una historia que mezcla el amor adolescente convencional con aires de cine independiente norteamericano y el cuidado estético del cine europeo, donde ambos protagonistas se preparan a través del ejercito para la lucha más importante de sus vidas, la lucha con uno mismo.
Su actriz principal, que se impuso en los Premios César del Cine francés a la mismísima Juliette Binoche entre otras, maneja bien la doble identidad de su persona, entre la muchacha independiente y fuerte y la que luego, en momentos donde realmente debe sacar su espíritu de supervivencia, se muestra insegura. Quizás el hecho de que de nuevo se esté viendo camuflado un episodio de chico-salva-chica deje con ese sabor agridulce al verla, ya que cuando se cree que se está innovando el género de amor de verano sólo se está volviendo a los mismos clichés.
Aun así, la pareja que forman ambos protagonistas es realmente lo que salva la película debido a la química que muestran. Además de que, mezclando el humor con el drama existencial, Thomas Cailley puede alardear de que es capaz de mantener al espectador cautivado por la historia durante todo el metraje, aunque al final no cuente nada nuevo.
6/10
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