viernes, 21 de agosto de 2015

Cut Bank. Fargo, pero no.

Título original:
Cut Bank
Año:
2014
Fecha de estreno:
21 de Agosto de 2015  
Duración:
92 min
País:
Estados Unidos
Director:
Matt Shakman
Reparto:
Liam Hemsworth, Teresa Palmer, Billy Bob Thornton, John Malkovich, Bruce Dern, Michael Stuhlbarg, Oliver Platt, Sonya Salomaa, Peyton Kennedy
Distribuidora:
Golem


Cuando uno está viendo Cut Bank, pasa por tres estadios que van alternándose y, en ocasiones, solapándose a lo largo del metraje: el del sopor, el de la esperanza y el de la decepción.


El sopor: el aburrimiento acude raudo ante un comienzo totalmente carente de interés, en el que se nos presenta el pequeño pueblo donde transcurre la historia y al puñado de personajes que intentarán sacar a flote una cinta que hace aguas la mires por donde la mires. Eso sí, no falta ni un sólo arquetipo de personaje propio de los thrillers en ambientes rurales: el prota, la rubia, el padre de la rubia, el cómplice, el que muere a la primera de cambio, el psicópata y, por supuesto, el sheriff que no se entera de nada. El argumento gira en torno a que, en un pueblo tan pequeño, una pareja joven como la protagonista apenas tiene posibilidades de prosperar, con lo que ansían mudarse a la gran ciudad. Pero ya se sabe que esas cosas son muy complicadas: que si el dinero, que si la familia, que si es preferible montar una patraña insostenible y estafar al Estado antes que trabajar... Lo típico.




La esperanza: resulta que se han cargado al siempre peculiar Bruce Dern y te sientes fatal. Aún así, eso es mejor que el tedio absoluto en el que consistía la película hasta ese momento (que sí, que sólo habían pasado cinco minutos, pero les juro que son cinco minutos muy largos). Aquí empieza el embrollo: por lo visto, si alguien entrega una prueba del asesinato de un trabajador del servicio de correos, se le recompensará con una cuantiosa suma. A partir de aquí, ninguna sorpresa. Como ya adelanté hace un momento, todo resulta una estafa del protagonista para sacarse un dinero y largarse del pueblo. Y cuando uno vuelve a bostezar, entonces ocurre: aparece el pirado del pueblo buscando un paquete que desapareció junto con el malogrado cartero. Se llama Derby Milton y está muy cabreado.


Y ya está. Se acabó. Derby Milton (que cumple a rajatabla los mandamientos del buen perturbado, incluida la taxidermia) quiere su paquete y lo quiere ya. Y si para eso tiene que cargarse a quien se ponga por delante, lo hará. Pero no esperen que se les explique por qué esconde una escena de lo más macabra en su cabaña del bosque. Eso sí, estarán al tanto de historias totalmente intrascendentes que no aportan nada al hilo argumental y acabarán hartos de largas conversaciones repletas de sobre-explicaciones.

En cualquier caso, la cinta es a ratos lo suficientemente entretenida como para aguantarla del tirón. Se trata, en síntesis, de otra película indie sobre la vida rural en Estados Unidos, que lastra un tópico tras otro en un intento fallido de imitar a la inimitable Fargo (1996). En cuanto a los actores, sólo tengo tres cuestiones: ¿por qué es tan genial Bruce Dern? ¿Qué le pasa en la cara a Liam Hemsworth? ¿Por qué no se trata esa parálisis facial? Quién sabe. En cuanto al estadio de la decepción, si no les ha bastado con estos dos últimos párrafos, les sugiero que vean la cinta hasta el final.



4/10

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