jueves, 27 de abril de 2017

Maravilloso Boccacio. Ojalá poder decir lo mismo de la película.


Título original:
Maraviglioso Boccaccio
Año:
2015
Fecha de estreno:
28 de abril de 2017 
Duración:
115 min
País:
Italia
Director:
Paolo Taviani, Vittorio Taviani
Reparto:
Lello Arena, Kasia Smutniak, Jasmine Trinca, Kim Rossi Stuart, Riccardo Scamarcio, Rosabell Laurenti Sellers, Vittoria Puccini, Flavio Parenti
Distribuidora:
Golem Films


La obra más famosa de Giovanni Boccaccio, El decamerón, que sin duda ha servido para inspiración de muchas obras cinematográficas (quizás la más reconocida sea la de Pasolini), inspira libremente los cinco relatos de los que se conforma Maravilloso Boccaccio, enlazados por un sexto relato central, ambientado en la Florencia del siglo XIV, donde la peste negra asolaba todo a su paso. Este hecho hace que varios jóvenes que refugien a las afueras de la ciudad y, en su aislamiento, compartan los cinco relatos comentados.


Los hermanos Taviani, quienes están ya cerca de ser nonagenarios, tienen una fraguada carrera cinematográfica en su Italia natal, con títulos como Padre Padrone o La noche de San Lorenzo entre sus más reputadas, y la reciente César debe morir en el recuerdo del espectador más reciente. Es quizás precisamente porque no son unos directores precisamente amateurs que me sorprende la paupérrima calidad que desprende su último trabajo. Desde sus primeros compases se muestra una excesiva teatralización, tanto en las actuaciones como en la ambientación, quedando un tono un tanto grotesco sin ser esa su intención. Con el relato de las historias, hay una cierta mejoría, aunque esto provenga más del cierto interés de la historia de fondo, que de las formas empleadas para contarlas.


Visualmente es horrorosa, por paradójico que suene tras el título que se gasta la película. Y esto no lo digo por la fotografía en sí, que es vistosa en vestuario y en alguna que otra escena (la del baño en el lago, por ejemplo, que es justamente la que da lugar al póster), lo digo más por su utilización de los recursos visuales, los fundidos, primeros planos, encadenados, etc Tal es así, que durante el visionado se me pasó por la cabeza irónicamente la famosa frase de El hombre con rayos x en los ojos (1963). Lo mejor es que la musicalización de la película va acorde a lo visual, siendo igualmente desastrosa, demasiado intrusiva y buscadora de emociones que la escena es incapaz de logar. Ni siquiera narrativamente es salvable, ya que su estructura episódica limita en exceso su fluidez y la historia que las interconecta es superflua y simplona. Aunque es cierto que toda la obra está desdramatizada, al final destacan las historias se dejan llevar más libremente por el humor y sirven como oasis para soportar sus dos horas de historias desangeladas y pretenciosamente románticas. Quizás porque, pese a que sus fallos sigan presentes, el desatarse el corsé le permite respirar mejor a la obra.

Quizás Maravilloso Boccaccio debería tomar nota de Las mil y una noches de Miguel Gomes, como ejemplo de respeto y reinterpretación de una obra colosal de la literatura y sus relatos. Y mira que yo no soy el mayor fan de la obra portuguesa, pero le da mil palos a la italiana.

3/10

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