Título original:
Umi yori mo mada fukaku (After the storm)
Año:
2016
Fecha de estreno:
11 de noviembre de 2016
Duración:
117 min
País:
Japón
Director:
Horikazu Kore-eda
Reparto:
Hiroshi Abe, Lily Franky, Isao Hashizume, Sôsuke Ikematsu, Kirin Kiki, Satomi Kobayashi, Yôko Maki, Taiyô Yoshizawa
Distribuidora:
Golem
Tras su paso por Cannes y
San Sebastián, esta semana tendremos en nuestras carteleras la nueva
obra de Hirokazu Kore-eda, Después de la tormenta. En
palabras del propio director, dice ser su película más personal,
por los recuerdos personales y vivencias que alberga en sus
fotogramas. Si de normal el director ya nos tiene acostumbrados a
tratar el entorno familiar desde una mirada bastante cercana y
alejada de tópicos, de su nueva película solo podemos esperar que
continúe por la misma senda. De hecho, se rodea de un reparto que
conoce bastante bien, ya que desde Hiroshi Abe, Kirin Kiki o Lyly
Frankly, todos han trabajado en varias ocasiones bajo su dirección,
haciendo más si cabe de este ejercicio algo íntimo.
El director japonés es
uno de los mayores expertos en la actualidad retratando la
cotidianidad y las relaciones familiares con una espontaneidad y mimo
fuera de lo normal, consiguiendo una aparente sencillez llegar a un
calado emocional bastante fuerte si nos adentramos de lleno en sus
personajes.
En esta ocasión debemos
empatizar con Ryota, un padre divorciado y adicto a las apuestas, que
trabaja en una agencia de detectives privada, alejado de su sueño
que una vez tuvo cerca, cuando escribió su primera (y única)
novela.
Es muy interesante como
el director no empieza presentando al personaje principal, sino que
primero se centra en su madre y su reacción ante el fallecimiento
reciente de su marido, donde irónicamente la mujer se muestra
aliviada. Y es que tras este breve retrato de su padre comprendemos
mejor a Ryota, ya que parece que la historia se repite en él. Pero
lo mejor de Kore-eda es que no todo es dramático o simple, y los
matices, el humor y la escala de grises se apodera de la trama,
haciendo que con sencillas pinceladas se muestre un cuadro bastante
más completo de lo que parece. Como es la vida al fin de cuentas,
vaya. Además, la minimalista banda sonora es un acompañante de lujo
para esta película, sin sobreponerse a la escena, pero dando color a
cada situación.
¿Por qué a los hombres
les cuesta tanto vivir el presente? ¿Por qué siempre parecemos
estar anclados al pasado? ¿Es quizás por esto que nos cuesta tanto
alcanzar nuestros sueños? Todo esto se pregunta Kore-eda, un
director que si bien sus películas parecen dialogar entre sí,
tampoco da la sensación de repetirse, por raro que parezca. Esto es
porque cada uno de sus personajes tiene alma y viven en lo que
transcurre la película, una habilidad indispensable para un drama
familiar trascienda por completo del estigma de la etiqueta de 'cine
de sobremesa'.
Si fuiste de los que
salieron encantados tras Still walking, De
tal padre, tal hijo o Nuestra pequeña hermana, con
Después de la tormenta esas sensaciones volarán al mismo
nivel.
7,75/10
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