La Cueva. Premio Paul Naschy del Nocturna 2014

Título original:
La Cueva
Año:
2014
Fecha de estreno:
11 de Julio de 2014
Duración:
80 min
País:
España
Director:
Alfredo Montero
Reparto:
Marcos Ortiz, Marta Castellote, Eva García-Vacas, Jorge Páez, Xoel Fernández
Distribuidora:
Alfa Pictures

Sin duda, La Cueva ha sido la gran triunfadora del Nocturna de este año. Su proyección era de las más esperadas de todo el festival y, según parece, cumplió con las expectativas generadas. La película de Alfredo Montero nos recuerda inevitablemente a otros paradigmas del género de terror como El proyecto de la Bruja de Blair (1999), ya que también está enmarcado dentro del subgénero del found footage. La trama se desarrolla exclusivamente a través del visor de la cámara de uno de sus protagonistas, y precisamente será la cámara uno de los medios de los que se sirvan para sobrevivir.

Tras una introducción (que llega a hacerse excesivamente larga) en la que nos presentan al quinteto protagonista (tres chicos y dos chicas), vemos como los cinco amigos se adentran en una cueva cuya salida, evidentemente, perderán de vista. Así, unas vacaciones de ensueño se transforman, inmediatamente, en pura pesadilla.

La Cueva versa sobre cómo el hombre pierde su condición civilizada a medida que necesita imponerse a la naturaleza para sobrevivir. De hecho, a lo largo de los 80 minutos del film, asistiremos a la degeneración moral de los personajes (algunos más que otros) y de cómo el instinto devora implacable a la razón cuando se trata de seguir vivo.

Sí que es cierto que se echan de menos más conflictos entre los personajes, aparte de los inevitables (la deshidratación, la falta de comida, a quién dejar atrás...), de un cariz más psicopático y desesperado. Ya que el terror de La Cueva es eminentemente psicológico, dejando a un lado algunos sobresaltos aislados, se extrañan más momentos de tensión y desbarajuste mental en los personajes, que pese a que acaban llegando a lo más bajo de la condición humana, mantienen en todo momento cierto nivel de raciocinio que no termina de encajar con la situación límite que están viviendo. Recordemos: no tienen alimento y la energía se agota por momentos. No hay salida.

En definitiva, La Cueva resulta ser un ejercicio cinematográfico de lo más aceptable dado el bajo presupuesto con el que contaba el equipo que la ha realizado, y para estar desarrollada en un mismo ambiente prácticamente en su totalidad. A su vez, los actores dan la talla y cumplen con lo que se puede pedir en este tipo de películas: histrionismo, desesperación y miedo. Mucho miedo.

6/10