Metéora
Año:
2012
Fecha de estreno:
13 de junio de 2014
Duración:
82 min
País:
Grecia
Director:
Spiros Stathoulopoulos
Reparto:
Theo Alexander, Tamila Koulieva-Karantinaki, Giorgos Karakantas, Dimitris Hristidis, Stelios Mavroudakos, Zoe Stathoulopoulou
Distribuidora:
Aquelarre
Presentada en Berlín 2012, Metéora,
la segunda película del director greco-colombiano Spiros
Stathoulopoulos, trata el tema universal del amor entre un hombre y
una mujer. La particularidad reside en que él es monje y ella,
novicia. Stathoulopoulos opta por un prisma metafórico y de marcado
acento simbólico, cuasi silencioso, remarcando un ritmo
contemplativo que tiende al tedio más absoluto. Metéora camina
sobre un fino alambre entre el aburrimiento y la redención a un cine
sensorial. Y resulta muy fácil caer del lado del aburrimiento.
La
historia nos presenta al monje y a la novicia en su monasterio y
convento respectivo. Situados ambos en las cúspides de unas
inclinadas montañas en la región griega de Metéora, viven su amor en secreto, luchando contra la
tentación y poniendo en entredicho la elección de sus creencias. El
suyo es un amor prohibido, pecaminoso, infernal. Así lo siente la
monja que, para aliviar su culpa, se autoinflige quemaduras, para
purificarse mediante el fuego. Y así lo siente el monje, mediante
esas visiones -animadas- del averno. Pero al espectador le costará ver esta
pasión y comprender que están enamorados hasta rebasar un buen
tramo de la película.
Porque,
en aras de ocultar su enamoramiento ante los otros religiosos,
consiguen escondérnoslo a nosotros también. Los escasos diálogos y
las pocas interacciones entre ellos al principio, nos alejan de su
pasión. Stathoulopoulos se preocupa más de crear un entorno poético
mediante los silencios, las simbologías y la preciosista fotografía
que de dotar de empaque, de mayor interés, a su película. No obstante, Metéora
va in crescendo cuando
el director arriesga e incide en el pecado carnal, en el erotismo
intrínseco de la situación, en la confusión, en la dificultad de
nuestros protagonistas condenados por un contexto que no acepta este
tipo de emociones. A pesar de la poca capacidad empática de ambos,
Stathoulopoulos logra transmitir la angustia que sienten.
Para
enfatizar los momentos de dolor interno, de las dudas de estas dos
personas “descarriadas”, se introducen ciertas escenas de
animación, que dan rienda suelta a una imaginería alegórica de
fuerte carácter demoníaco. Estas visiones responden a los deseos
ocultos de libertad para expresar sus sentimientos o a la
culpabilidad a causa de sus acciones. Sin embargo, la calidad de la
acartonada animación resulta cuestionable así como su inserción
inarmónica con el resto de la historia.
Podrás
disfrutar de Metéora
si te dejas llevar por su desesperante falta de ritmo y entras en el
juego de metáforas que nos propone el director. Como puntos fuertes
destacamos la cuidada fotografía explotando al máximo la
disposición terrenal del paisaje así como el mimo y el respeto del
realizador para no caer en el morbo de un discurso que se prestaba a
ello.
4/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario