martes, 17 de junio de 2014

Dragon Ball Z: La batalla de los Dioses. Un insulso auto-homenaje.

Título original:
Doragon Bôru Zetto: Kami to Kami 
(Dragon Ball Z: Battle of Gods)
Año:
2013
Fecha de estreno:
19 de junio de 2014
Duración:
85 min
País:
Japón
Director:
Masahiro Hosoda
Reparto:
Animación
Distribuidora:
Alfa Pictures


Los fans españoles de Dragon Ball están de enhorabuena pues, por primera vez, una película de la longeva franquicia llega a las carteleras nacionales. Antes de su estreno masivo, tuvo un estreno reducido el pasado 30 mayo en Cataluña (lugar donde el anime cuenta con gran cantidad de adeptos), Baleares y Andorra. La película cosechó muy buenos números en taquilla y, algo más de dos semanas después, su estreno se abre a otras ciudades españolas. Para un fanático de Goku y compañía, esta es una ocasión única - quién sabe si volverá a repetirse- de disfrutar con los personajes de Dragon Ball en la gran pantalla. Nosotros no hemos perdido la oportunidad de verla, en castellano, eso sí, a pesar de que no nos gusta dicho doblaje, muy inferior al catalán que es mucho más crudo, violento y emotivo. Son los inconvenientes de vivir en Madrid. Igualmente, eso no nos va a influir en el comentario sobre este episodio estirado film.

La historia de Dragon Ball: La batalla de los Dioses comienza poco después de la derrota de Freezer en Dragon Ball Z. Tras muchos años durmiendo, Bils, el Dios de la destrucción, despierta. Ha tenido una premonición sobre un super saiyajin Dios, el mismo que venció a Freezer. Sin embargo, Goku nunca ha llegado a ese nivel, incluso desconoce que exista tal poder. Bils quiere enfrentarse a un rival con dicha característica y por eso irá a la Tierra, en búsqueda de todos los saiyajins y, de paso, aniquilar el planeta. Mientras, en la Tierra, los míticos personajes de Dragon Ball Z, celebran el cumpleaños de Bulma...


Básicamente, ese es el punto de partida de este capítulo alargado, convertido en película, cuya estructura sigue los mismos parámetros que cualquier episodio del anime: un super villano quiere destrozar la Tierra y los guerreros pelearán con él para salvar a la humanidad. Ojo, que hay alguna novedad... para bien y para mal. El villano de esta película es un ser gatuno con forma humana cuyo diseño recuerda a las antiguas deidades egipcias. Su carácter es caprichoso en exceso. Ahí radica una de las pegas de esta película pues la motivación de Bils para cargarse la Tierra no va más allá de un simple capricho. Su comportamiento está ridiculizado y caricaturizado al máximo, muy en la línea del carácter del nuevo Buu. Se podría decir que, para ser el malvado más temible del universo -que es como te lo presentan- impone más bien poco.

Pero este toque cómico burlesco nace de recuperar el espíritu infantiloide del primer Dragon Ball. Akira Toriyama ha participado en el desarrollo de esta película para asegurarse de esa fidelidad al humor tosco y desenfadado, más similar al que profesaba el Goku niño. Por eso, cuando al principio de esta cinta Goku se comporta como un crío, queriéndose medir a toda costa contra Bils, la nostalgia se apodera de nosotros pues identificamos esos rasgos infantiles tan característicos. No importa la delicadeza de la situación, Goku siempre nos prometía nuestras dosis de acción y de risas. Así, esta película se fundamenta más que en las peleas, en la comedia facilona. Los auto-homenajes a la obra de Toriyama resultan muy frescos y sinceros. En cambio, la insistencia de rociar de risas todo el metraje provoca el efecto contrario con según qué personajes. El más ridículo, por la paródica prostitución que sufre su personalidad, es Vegeta. Su transformación con respecto a la serie original es radical, inverosímil y una falta de respeto a quienes admirábamos la mala leche -y el buen fondo- de este guerrero.


Por otro lado, lo de los guiños a la serie se desborda en la absurda subtrama del cumpleaños de Bulma. Se nota, por lo forzado de la situación, que ha sido una mera excusa para una pasarela inane de secundarios. Están prácticamente todos los personajes de Dragon Ball Z: Gohan, Trunks, Goten, Chi-Chi, Yamcha, Ten Shin Han, Piccolo, etc... sin aportar ningún valor añadido. Y vale que se haya abogado por recuperar el tono del primer anime pero, en el fondo, hemos echado de menos la espectacularidad de los combates de la saga Z. Al fin y al cabo, La batalla de los Dioses es una continuación de dicha saga. En esta película, sólo hay una pelea, casi al final y apenas se disfruta pues han alargado mucho la insulsa historia realizada sólo como un homenaje auto-referencial simplista de la serie.

4/10

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