Título original:
Voyage à travers le cinéma français
Año:
2016
Fecha de estreno:
26 de mayo de 2017
Duración:
190 min
País:
Francia
Director:
Bertrand Tavernier
Reparto:
Documental, Bertrand Tavernier, Jacques Becker, Jean-Paul Belmondo, Marcel Carné, Claude Chabrol, Raoul Coutard, Jean Gabin, Jean-Luc Godard
Distribuidora:
Sherlock Films / A Contracorriente films
Bertrand Tavernier, a sus
76 años, tiene mucho que contarnos sobre el cine francés. Como
director ha dirigido casi una treintena de películas, entre las que
se encuentran obras como El juez y el asesino, La muerte en
directo, Alrededor de la medianoche, Capitán Conan
u Hoy empieza todo, entre otras. Pero, sobre todo, Tavernier
es un cinéfilo de largo recorrido. A los seis años quedó impactado
con Dernier atout, de Jacques Becker, mientras estaba internado por
tuberculosis en el sanatorio de Saint Gervais. Su pasión por el cine
comenzó en ese mismo momento y hoy día sigue tan vigente como para
llevarle años realizar este documental de tres horas de duración,
donde repasa las películas de su vida, a la vez que nos sirve como
hermoso homenaje al cine clásico francés.
Fotograma de Al despertar el día, de Carné. Película mencionada en el documental. |
No debe tomarte el
documental como algo canónico, ya que no es lo que pretende el
director en absoluto. Es una especie de recopilación personal del
cine francés que ha inspirado y estimulado tanto a su persona como
al director que es hoy en día, recorriendo la cinematografía gala
desde los años treinta a los setenta, pasando por autores de la
talla de Becker, Carné, Melville, Renoir, Vardà, Godard o Truffaut
pero también de autores de menor reputación (al menos por nuestras
tierras) como Sacha, Gréville, Sautet o el actor Eddie Constantine.
También hay mucho hincapié en Jean Gabin, que quizás junto a
Belmondo sean dos de los actores más reputados del clásico francés.
También nos habla de sus
primeras experiencias en rodajes y sus pinitos en el mundillo
apadrinado por Melville. Lo mejor es que sabe aunar cultura,
sabiduría, detalles de rodaje y conversaciones, sin edulcorar o caer
en el halago simplón (no omite detalles para suavizar, separando el
director de la persona y la persona del director, lo que humaniza el
relato), incluso tiene una pequeña puntilla para sus compatriotas
del Cahiers du cinema, que aunque reconoce su importancia, el
auge de la nouvelle vague trajo consigo el desprestigio y la crítica
de muchos cineastas anteriores a los años cincuenta que, según él,
el paso del tiempo ha demostrado que eran verdaderos artistas.
Fotograma de French Cancan, de Renoir. Película mencionada en el documental. |
Pero si hay algo que
destaca por encima de todo en el documental de Tavierner es el amor y
pasión que destila por el cine, de tal forma que sales con ganas de
bucear en él. En la película se mencionan noventa y cuatro clásicos franceses y, al parecer, le deben haber sabido a poco. Tras años de revisar
cientos y cientos de películas, incluso de seguir descubriendo
nuevas, Tavernier siente que ha dejado mucho en el tintero, y por
ello ya trabaja para una versión para televisión de unas ocho
horas, de la que, sin dudas, estaremos pendientes para seguir
profundizando en el cine clásico de una de las cinematografías más
ricas que existen. Hasta entonces, que nos sirva Las películas de
mi vida, como buen y suculento preámbulo.
7/10
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