The Lost City of Z
Año:
2016
Fecha de estreno:
5 de Mayo de 2017
Duración:
141 min
País:
Estados Unidos
Director:
James Gray
Reparto:
Charlie Hunnam, Sienna Miller, Robert Pattinson, Tom Holland, Angus Macfadyen, Franco Nero
Distribuidora:
eOne
¿Una película de aventuras que no
sea condescendiente con el territorio exótico que explora? Suena improbable,
pero con James Gray nada es imposible. El reputado cineasta neoyorkino nos
sumerge en las peripecias de Percy Fawcett, explorador británico, que en los
albores del siglo XX quedó prendado de la región amazónica. Cuatro años después
del estreno de The Immigrant hemos
podido adentrarnos en Z, la ciudad
perdida (aka The Lost City of Z),
que logra una ambientación inigualable gracias al desplazamiento del rodaje a
la selva colombiana.
El film se articula a partir de
las diversas expediciones que comandó Fawcett, que no cruza el Atlántico para
conquistar y evangelizar, como se hizo siglos antes, sino para explorar un
terreno difuso en la cartografía de la época. Por lo tanto, el protagonista no
tiene las ambiciones colonialistas de Klaus Kinski en Aguirre, la cólera de Dios; es más un homólogo de la cándida pasión
y curiosidad de T.E. Lawrence. Entre cada uno de los viajes se indaga en el
entorno familiar de Fawcett, al igual que durante el sublime prólogo que define
el carácter de outsider del
protagonista, herido por la reputación de sus ascendientes. De esa manera se
expone el sacrificio que acepta Fawcett para alcanzar un bien mayor, que es esa
enigmática ciudad de Z. En ese entorno llama la atención que su esposa no sea
un pegote de sumisión y poca lucidez, ya que Sienna Miller interpreta a una mujer
fuerte, que comprende la naturaleza de su marido, y funciona perfectamente como
personaje independiente.
Gray denuncia la arrogancia del
primer mundo, que se ufana de sus cualidades y su superioridad como si el modo
de vida de los indígenas no fuera repugnantemente primitivo. En cambio,
Fawcett, individuo anacrónico donde los haya, demanda respeto a los nativos con
sus actos, que no son belicistas ni procaces. Charlie Hunnam se hizo con este
rol tras la marcha de Benedict Cumberbatch -que a su vez tomó el testigo de
Brad Pitt-, y no cabe duda de que se implicó al 110% durante la filmación. Los
cambios físicos, el carisma y la introspección del personaje, que pasa por
guerras, emboscadas y todo tipo de inclemencias, componen una interpretación
que confirma la madera de protagonista de su responsable.
El largo metraje, de casi dos
horas y media, no es una losa para la cinta, porque evoluciona con los tiempos
en los que se desarrolla. Sus personajes respiran y sufren a lo largo de los
años cubiertos por la película, que exploran los segmentos más importantes de
las vidas de sus implicados. El factor de la acción y la aventura no se omite
en el film, sino que se traslada a la poderosa personalidad de Gray, que no
necesita de gigantescas secuencias plagadas de artificios, sino que sabe jugar con la iluminación y los detalles de los diversos entornos para alcanzar sus objetivos. Z, la ciudad perdida destila la genialidad narrativa de su creador,
apoyándose en una estética vigorosa y unas actuaciones que no desentonan con el
ambiente amazónico. Toda una travesía que tiene como meta la humanidad,
perseguida a toda costa por su benigno protagonista.
8,5/10
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