Título original:
Tschick
Año:
2016
Fecha de estreno:
19 de mayo de 2017
Duración:
93 min
País:
Alemania
Director:
Fatih Akin
Reparto:
Tristan Göbel, Aniya Wendel, Justina Humpf, Paul Busche, Jerome Hirthammer, Max Kluge, Udo Samel, Anja Schneider, Nadine Dubois, Henning Peker
Distribuidora:
Golem
En clara sintonía con
clásicos como Las aventuras de Tom Sawyer, Hucklebery Finn o
El guardián entre el centeno, Wolfgang Herrndorf escribió
Tschick (Goodbye Berlín en España), novela
superventas en Alemania que la editorial Siruela trajo a España, a
raíz de la noticia de su tumor cerebral que acabaría con su vida en
agosto de 2013. Su amigo Lars Hubrich fue el encargado de adaptar el
guión, repasado posteriormente por Hark Bohm, a petición expresa de
Fatih Akin, que acabó dirigiendo la película tras problemas de
agenda con el primer director.
Goodbye Berlin
lleva más el tono de Im juli que del cine posterior de Akin
(quien, justamente por estas fechas está presentado su nueva
película, In the fade, en Cannes), componiendo una road movie
juvenil iniciática, anclada en la realidad aunque sin renunciar a
esa 'realidad fictícea' un tanto bucólica en algún tramo del
viaje. El director hace una interpretación cinematográfica de la
novela, más que una adaptación al uso, conservando esencial y
componiendo una película de cierto corte clasista, evocando a Cuenta
conmigo y otras películas míticas sobre la adolescencia
enmarcadas en un viaje como símbolo de la maduración personal.
La película se centra en
Maik, un chico marginado de catorce años que acaba entablando amistad con
Tschick, un inmigrante ruso rebelde de su misma edad que ha robado un
Lada y le ofrece hacer un viaje para pasar sus vacaciones de verano.
La complicidad entre los dos jóvenes actores (de poca experiencia
hasta la fecha) es uno de los puntos fuertes de Goodbye Berlín,
haciendo que sus alocadas aventuras caigan simpáticas al espectador,
sin juzgar moralmente sus comportamientos. En general, la ausencia de
referentes paternos prácticamente en casi toda la película, los personajes femeninos como influencias de Maik (su madre, su
amor idealizado por Tatiana y posteriormente la enigmática Isa) y la
presentación de situaciones y diálogos totalmente creíbles en las
edades de los muchachos, conforman un clima único que aporta un tono
maravilloso a la película.
Una película que no
quiere ser más de lo que es, un pequeño retal de una vida que
apenas acaba de salir del cascarón y el florecer de sentimientos y
sensaciones prácticamente nuevos en sus personas. Rodada con un tono
afable, pero sin adornar ni embellecer la realidad de forma
desmesurada, Akin renuncia al estilizado happy end sin
perder por ello su jovialidad y simpatía que demuestra en todo
momento, y quizás por ello esta pequeña película se gana en parte
un trocito en nuestros corazones. Haciendo un símil rápido y
barato, las sensaciones que me despierta son como ese trozo de pizza
a las tantas de la madrugada de vuelta tras una excursión nocturna.
En apariencia no es nada del otro mundo, algo cotidiano, pero en ciertas circunstancias, sabe a gloria. Goodbye Berlín
es así. No me importaría en absoluto asistir a una hipotética
secuela espiritual que bien podría surgir de cierta escena que quien
vea la película podrá intuir.
6,5/10
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