Inhebek Hedi
Año:
2016
Fecha de estreno:
17 de Febrero de 2017
Duración:
88 min
País:
Túnez / Bélgica / Francia
Director:
Mohamed Ben Attia
Reparto:
Majd Mastoura, Rym Ben Messaoud, Sabah Bouzouita, Hakim Boumessoudi, Omnia Ben Ghali
Distribuidora:
Golem
El debutante en el largometraje Mohamed
Ben Attia propone con su película
Hedi, un viento de libertad
una metáfora patente sobre la situación tunecina tras los
acontecimientos de la 'Primavera Árabe'. Una revolución abriendo
las puertas hacia una tímida libertad, enfrentando la modernidad con
el pasado. Hedi, el protagonista, representa esa época convulsa de
cambio y dudas, en una
película cercana al estilo de cinema verité
de los hermanos Dardenne -no en vano la producen. Ben Attia se erige
en un observante de la realidad social y política del entorno de
Hedi, con una narrativa cámara en mano donde la ausencia de ornamentos y el
rostro de Hedi (Majd
Mastoura) son los principales impulsores de la historia.
La cámara persigue a Hedi con planos
cercanos expresando el sentimiento de agobio constante del
protagonista. A menudo, incluso, esto da pie a una distorsión de la
imagen de fondo, aumentando la sensación de irrealidad -de esto no va conmigo- del entorno.
Con el contexto de las primeras elecciones democráticas en Túnez y
el consiguiente aprendizaje de autodescubrimiento de los tunecinos,
Hedi, en personificación del
protagonista homónimo, es una extensión de esos signos de libertad.
Hedi se encuentra constreñido por los arraigados parámetros
socio-culturales de su país y las arcaicas costumbres de su entorno
más cercano. Su tiránica madre le obliga a un matrimonio concertado
mientras él trabaja en un empleo que no le llena.
La
cara de Hedi, un chico silencioso y conformista, transmite un mar de
dudas. Unas dudas acrecentadas cuando en un viaje de trabajo conoce a
Rym, una bailarina de un hotel. Surge entre ellos un flechazo. Rym
abre una nueva perspectiva a Hedi. El cambio para ser feliz es
posible. La película, mediante dos mujeres, ejemplifica el conflicto
entre las dos realidades sociales tunecinas: el dilema entre los
antiguo y lo nuevo. Khedija, su prometida concertada, representa a
una generación joven aún anclada en la tradición porque no conoce
otra forma de vida. Rym es el polo opuesto, una concepción de mujer
liberal. Hedi se encuentra en el centro, cuestionando su estilo de
vida. Te lo presentan como un joven desencantado, resignado con su
ambiente, envuelto en una cinta aislante que le presiona el pecho y no le
deja moverse.
En un
país donde la crisis económica acucia, Rym pretende emigrar para
sobrevivir. La mayor diatriba de la historia se presenta en este
punto, cuando Hedi debe decidir entre un futuro incierto o tirar
hacia lo conocido renunciando a su nuevo amor y a un posible porvenir
no controlado por esa madre incombustible. Hedi
habla de esos vientos de libertad que explotan en el interior de los
jóvenes cuando pretenden evolucionar sus vidas pero, como vientos
que son, pueden ser pasajeros. Hedi expone
la encrucijada de una generación a caballo entre dos losas, entre el
yugo de las costumbres y entre la levedad de la posibilidad de
elegir. Con un estilo narrativo seco y verosímil, Hedi
mantiene los sentimientos a flor
de piel y, como a su protagonista, el mundo se va presentando como un
río con muchos afluentes que pueden tener una conclusión lapidaria.
7/10
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