Título original:
Hymyilevä mies (The Happiest Day in the Life of Olli Mäki)
Año:
2016
Fecha de estreno:
03 de febrero de 2017
Duración:
92 min
País:
Finlandia
Director:
Juho Kuosmanen
Reparto:
Jarkko Lahti, Eero Milonoff, Oona Airola, Joonas Saartamo, Mika Melender, Joanna Haartti, Niklas Hyvärinen, Pia Andersson
Distribuidora:
Surtsey Films
El día más feliz en
la vida de Olli Mäki se rodó coincidiendo en el tiempo con el
rodaje de otra película de boxeo, Creed. Pero al contrario
que la película perteneciente a la famosa saga de Rocky Balboa, la
película finlandesa pone el foco de atención en la persona y en su
interior, dejando el boxeo como algo secundario, por lo que no
recomiendo acercarse a ver la película de Juho Kuosmanen pensando en
una película sobre este deporte, sino en un drama intimista sobre un
boxeador, que tiene esta profesión como pudiera haber sido cualquier
otra.
Aunque aquí no nos suene
de nada, la película está basada en la historia real de Olli Mäki,
boxeador finlandés de fama en su país. Aunque como se verá en la
película, es un boxeador bastante atípico, lejos del prototipo que
solemos tener en mente. Estamos en el verano de 1962 y Olli Mäki
aspira al campeonato mundial de peso pluma. Existen una gran
expectación en todo Helsinki, donde se le augura ya un éxito
rotundo. Pero en cambio, nuestro protagonista está más pendiente de
Raija, de la cual se ha enamorado.
Es interesante ver como
el director, aunque admite no estar muy puesto en el boxeo, se
identifica sobremanera con su personaje principal. Y es que tras que
su proyecto de graduación, The painting sellers, ganase el primer
premio en la selección Cinéfondation de Cannes, se le prometió que
su primer largometraje se estrenaría en la sección oficial de
Cannes (y al final acabaría ganando el Un Certain Regard), lo que le puso inmediatamente la etiqueta de 'joven promesa'
y todo lo que conlleva, hasta el punto de agobiarse por la
'obligación' de cumplir las expectativas previstas en él. Una
situación que se puede extrapolar perfectamente al Olli Mäki de su
película, donde su entrenador le mete en una categoría que en
principio no concuerda con su peso, ruedan un documental a la vez que
entrena y toda la parafernalia que no va con la personalidad
introvertida de Olli. Esta crisis existencial es el centro de
atención de la película, la búsqueda de la felicidad, el verdadero
significado del éxito, elevando lo personal a lo profesional. Desde
luego algo muy contrario a la filosofía americana de realización
mediante el éxito profesional (curioso que el combate de boxeo sea
contra un americano y todo la mercadotecnia que trae consigo).
Tampoco se deja de lado una crítica al mundo competitivo en el que
vivimos.
Rodada en 16mm y en
blanco y negro (ya la mencionamos en el especial que dedicamos al cine moderno en blanco y negro) para retrotraernos de inmediato a esos años 60, El
día más feliz en la vida de Olli Mäki es una película muy
comedida, que no renuncia a ciertas dosis de humor, bien filmada y
estudiada que, sin llamar excesivamente la atención, se gana al
respetable con unos personajes muy bien perfilados y un mensaje final
valiosísimo: la felicidad personal está siempre por delante de lo
profesional. Y la escena que lo resume, gana una fuerza increíble si
conocemos los detalles que trae consigo: dos ancianos pasean juntos
por la calle. Raija los ve y le dice a Olli Mäki, “¿Crees que
seremos como ellos? - ¿Te refieres a ancianos? - Sí, y felices. -
Claro que lo seremos – Sentencia Olli al final de la película.
Pero lo que el espectador posiblemente no sepa es que esos dos
ancianos de la película son los reales Raija y Olli Mäki. Y ahí el
director Juho Kuosmanen acaba de captar no sólo la esencia de su
película, sino un instante de poesía realmente hermoso. Un estreno
que no debería pasar desapercibido.
7/10
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