Título original:
The food guide to love
Año:
2013
Fecha de estreno:
09 de Mayo de 2014
Duración:
91 min
País:
Irlanda / España
Director:
Teresa de Pelegrí, Dominic Harari
Reparto:
Richard Coyle, Leonor Watling, Ginés García Millán, Simon Delaney, Lorcan Cranitch, Bronagh Gallagher, Ger Ryan, David Wilmot
Distribuidora:
Fox
Si
bien hace poco hablábamos de otra película muy relacionada con la
gastronomía, como es The
Lunchbox,
ahora, apostando más por la sencilla y desenfadada comedia romántica
de toda la vida, os traemos Amor
en su punto.
Esta
coproducción hispano-irlandesa tuvo su germen en “No hay amor más
sincero que el amor por la comida” del dramaturgo George Bernard
Shaw, frase que, por cierto, se cita en la película. Los directores
y guionistas Teresa de Pelegrí y Dominic Harari la leyeron y
empezaron a imaginar la historia de un hombre que ama más a las
panacotas que a su pareja, y de ahí se desarrolló la historia de
Oliver Byrne, columnista virtual gastronómico de 'The food guide to
love' (título original de la película, también), donde relata sus
peripecias amorosas a través de sus gustos culinarios.
La
pareja protagonista en la que se centra la historia y el mayor
reclamo para ver la película son Richard Coyle y Leonor Watling. Él,
actor irlandés que pudimos ver en Grabbers,
ella, aparte de despuntar con su grupo musical Marlango, la hemos
podido disfrutar en películas como Hable
con ella,
Los
crímenes de Oxford,
Una
pistola en cada mano
o Incoscientes,
película que también guionizaron Teresa de Pelegrí y Dominic
Harari. Los dos están graciosos y despiertan simpatía, la necesaria
para que el espectador se deje llevar pro la historia sin recaer en
sus fallas de guión o historia previsible. Al menos, a mi parecer,
sabe jugar bien la baza de los tópicos mostrándolos pero desde los
dos puntos de vista y sin meterse en el berengenal de casarse con
ninguno. Dado que el protagonista ama con el estómago más que con
el corazón, para la “guerra de sexos” se usa a los carnívoros y
a los vegetarianos. Y, como no, el mundo del toreo tiene su
aparición, pero no se corta en sacar a la palestra si es cultura o
tortura. Al fin de cuentas, la película tampoco quiere ponerse
transgresora, simplemente jugar con los contrastes y sacar un poco el
humor de las situaciones controvertidas, por tanto, tan poco me
tomaría más en serio estos temas dentro de la película de lo que
lo hacen los mismos guionistas.
Además,
la película no tiene problemas en reírse de sí misma, como cuando
van a ver una película de temática gastronómica y el personaje de
Watling muestra su repulsa a ese tipo de comedias donde se
desperdicia la comida, mientras que en otra escena sucede una guerra
de comida entre ambos protagonistas (una de las escenas más
graciosas, por cierto). Otra de las escenas destacadas son las que
tienen relación con el Coddle, que es el guiso de patatas y
salchichas, muy típico de las familias obreras irlandesas, que odia
el protagonista. Y es que Dublín, lugar de rodaje y ambientación de
la película, impregna el espíritu de la historia, un barrio pequeño
pero con encanto, familiar, donde todo el mundo se conoce
prácticamente. Y bueno, para los amantes de las frases de cine tiene algunas perlitas, pero
seguramente la que más llame la atención será la comparación del amor con las palomitas de
maíz: "El amor es como las palomitas. Comemos a puñados hasta que tocamos el fondo y decimos ¿dónde fueron las palomitas?".
En
general hablamos de una película simpática, realizada con soltura y
que sabe sacar sustancia de la historia simplista para hacer pasar un
rato agradable. Quizás no dure mucho en la memoria, pero alguna que
otra escena seguro que sí, y desde luego, para ser una comedia con
la única pretensión de agradar, se puede decir que al menos eso lo
cumple.
6/10
Me encantó la película!!!
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