Título original:
A Floresta das Almas Perdidas (The forest of lost souls)
Año:
2017
Fecha de estreno:
Sin fecha en España (26/02/2017 en Fantasporto)
Duración:
70 min
País:
Portugal
Director:
José Pedro Lopes
Reparto:
Daniela Love, Jorge Mota, Mafalda Banquart, Lígia Roque, Lília Lopes, Tiago Jácome, Débora Ribeiro
Hace poco, en el último
especial
que dedicamos al cine moderno en blanco y negro, mencionábamos a A
floresta das almas perdidas, cinta portuguesa que tiene
pendiente su estreno a lo largo de 2017. A raíz de esto, su
director, José Pedro Lopes, muy amablemente nos dejó visionar su
película, aprovechando que se estrena mundialmente en el
Fantasporto.
La sinopsis de la
película bien podría ser el encuentro de dos personas, Ricardo,
padre apenado por el suicidoo reciente de su hija, y Carolina, una
joven de tendencias emo. Ambos coinciden en el que llaman 'el bosque
de los suicidas'. José Pedro Lopes debuta en el largometraje con
esta película, aunque ya ha dirigido antes varios cortometrajes, y
quizás se note un poco ese primer salto al largometraje, en el
sentido de que no es lo mismo contar una historia en 15/20 min que
sobrepasar la hora y pico. Quizás por esto, ese giro argumental me
suena más a estirar la película que a algo que la historia
realmente pida.
Me da pena no haber
disfrutado como me hubiera gustado de A floresta das almas
perdidas, pero personalmente creo que al guión le hacía falta
mayor trabajo. Mi sensación como espectador es que hay muchas
referencias en el aire (Nick Hornby, Nietzsche y Carpenter los más
notorios), pero no una construcción sólida que dé vida a la
película y sus personajes. No sé si debo sentir pena o temor por el
personaje de Carolina, pero no me despierta ninguna de esas
sensaciones, y no será porque Daniela Love no le eche ganas. Además,
el encuentro y la posterior relación con Ricardo y todo lo que
deriva, se siente forzada, poco creíble.
Digamos, para
simplificar, que el guión es flojito, hay ideas pero deslabazadas.
Además que el giro argumental parece más bien un corte y seguido
hacia otra película (que tampoco mejora), más que un giro per se.
Al menos la película no se toma al 100% en serio y se perciben
ciertas pinceladas de humor, pero la película ni funciona como
terror en su vertiente slasher, ni como drama en su retrato de una
generación adolescente desubicada y perdida. Y, repito, me apena,
porque aunque en este aspecto no haya quedado satisfecho, sí hay en
A floresta das almas perdidas, ciertas ideas y, sobre todo, un
gusto por la puesta en escena resultón, interesante y cuidado de
fotografía y composición que no suele verse en trabajos primerizos.
Habrá que ver los futuros trabajos de José Pedro Lopes para ver
cómo evoluciona y si lo errores se depuran con la experiencia.
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