Una cita para el verano. Pequeños detalles que dicen mucho.

Título original:
Jack Goes Boating
Año:
2010
Fecha de estreno:
14 de Agosto de 2014
Duración:
89 min
País:
Estados Unidos
Director:
Philip Seymour Hoffman
Reparto:
Philip Seymour Hoffman, Amy Ryan, John Ortiz, Daphne Rubin-Vega, Elizabeth Rodriguez, Richard Petrocelli
Distribuidora:
Surtsey Films

By the rivers of Babylon
Where we sat down
And there we wept
When we remembered Zion

But the wicked carried us away in captivity
Required from us a song
How can we sing King Alfa song
In a strange land

La repentina muerte de Philip Seymour Hoffman fue todo un mazazo para el mundo del cine. Tanto para sus compañeros de profesión como para los espectadores, la ausencia de este joven de 46 años que despuntaba sobremanera con una sencillez innata impactó de forma que aún nos preguntamos por qué tuvo que irse.

Como leve consuelo, nos quedan algunos proyectos aún por estrenarse suyos. God's Pocket, que se presentó en Sundance de este año; El hombre más buscado, un thriller de espionaje que debería llegarnos a mediados de septiembre a España; las dos últimas partes de Los juegos del hambre, que al parecer se completarán sin ayuda de CGI (Hoffman murió a siete días de finalizar el rodaje de Sinsajo parte II) y con la incertudimbre de si la serie Happyish seguirá adelante consiguiendo otro protagonista o morirá el proyecto.

Pero, aunque la película es de 2010, había una película inédita en España aún de Philip Seymour Hoffman, su debut en la dirección con una película de corte independiente que, gracias a Surtsey Films, podremos ver en agosto. Esta es Una cita para el verano (Jack goes boating).

Esta película se basa en una obra de teatro de Bob Glaudini, quien también se ocupa del guión del film, donde Hoffman dirige e interpreta al personaje principal, el mismo que ya interpretaba en la obra de teatro. También repiten sus roles los actores John Ortiz y Daphne Rubin-Vega, como la pareja que ayuda al tímido e introvertido Jack, el personaje que interpreta Philip Seymour Hoffman, a conquistar a Connie.

Esta comedia dramática, donde es difícil dilucidar si el enfoque final es positivo o negativo (supongo que depende de la visión de cada espectador) posee el encanto, que a la vez se presenta como su mayor hándicap, en la sencillez e intimista historia de amor de sus protagonistas. Paralelamente a este amor que florece, vemos como la pareja que les ayuda está junto en el proceso inverso al suyo: haciendo aguas. Y englobando ambas, se encuentra la historia de amistad de Jack y Clyde.

Hoffman prefiere centrarse en detalles y momentos que representen las historias, logrando ir de menos a más su historia, hasta alcanzar en la esperada cena de reunión de las parejas el punto álgido y clímax de la historia. Quizás le faltó algo de ritmo narrativo para conseguir algo más grande, pero tampoco creo que esas fueran las pretensiones de Hoffman. Confiere una película a la altura de su personaje: con mucho mundo interior, más del que se vislumbra a simple vista, pero que requiere de un interés de nosotros para sacarlo a la luz.

Para mí, prevalece por poco la esperanza en esta comedia dramática que busca ver el lado positivo dentro de lo malo, como cuenta la canción-mantra que escucha Jack (Rivers of Babylon – The Melodians), con las clases de natación, la canción para contentarle cuando se encierra en el baño o la esperada cita del verano. Una película de detalles, de esos que hacen que películas no tan grandiosas conserven cierta magia y cariño por parte del espectador.

Algo así como Beautiful Girls.

7/10