Las vidas de Grace. Autoaceptación.

Título original:
Short Term 12
Año:
2013
Fecha de estreno:
25 de julio de 2014
Duración:
96 min
País:
Estados Unidos
Director:
Destin Daniel Cretton
Reparto:
Brie Larson, John Gallagher Jr., Kaitlyn Dever, Stephanie Beatriz, Rami Malek, Alex Calloway, Melora Walters
Distribuidora:
Good Films

Las distribuidoras modestas, en gran parte motivadas por su escaso presupuesto para comprar supertaquillazos, nos sorprenden a menudo con apuestas arriesgadas o de corte independiente. Good Films, en asociación con La Aventura Audiovisual, es una distribuidora aún en pañales que está dispuesta a ofrecernos propuestas diferentes o innovadoras en la cartelera española (La cabaña en el bosque, Snowpiercer, Miel) o en el mercado doméstico (Maniac, Piraña 3DD). Gracias a ambos, este fin de semana se estrenará en nuestro país uno de los éxitos del cine indie americano reciente. Nos referimos al segundo largometraje de Destin Daniel Cretton, Las vidas de Grace.

Las vidas de Grace (Short Term 12 en su idioma original) nace de un cortometraje homónimo escrito y dirigido por el propio Cretton basado en su propia experiencia como trabajador social durante dos años en un centro de estas características. Debido a su buena aceptación, el joven cineasta se animó a crear una versión larga de su historia modificando simplemente el sexo del protagonista. Para el largometraje, el personaje principal es la joven Grace (Brie Larson), una chica que trabaja en un centro de acogida para adolescentes en situación de vulnerabilidad. Cuando en el centro ingresa la quinceañera Jayden (Katlyn Dever), Grace verá en ella reflejados sus propios traumas y comenzará un difícil proceso de autoaceptación acrecentado por el hecho de su incipiente embarazo.

Grace se percibe como el motor de la película con sus interrelaciones con el resto de personajes si bien, en el prólogo, Cretton nos hace creer que Nate (Rami Malek), el nuevo cuidador social, será el personaje principal. Muy pronto se focalizará en la introvertida Grace, en sus problemas secretos, en su romance con Mason (John Gallagher Jr.), en su fortaleza y en su debilidad. Cuando Jayden entra en escena, comienza el drama interno para Grace quien ve en la adolescente un espejo. Se siente obligada a ayudarla y, al mismo tiempo, se enfrenta a sus propios demonios. Cretton nos transmite el lado oscuro de nuestra protagonista en un agudo ejercicio que equilibra el drama con algún momento amable o incluso cómico.

Para conectar las emociones de los personajes con los del espectador, Cretton opta, con acierto, por muchos planos cortos y un rodaje cámara en mano pero definido, esto es, sin movimientos mareantes. De esta manera, logra una sensación opresiva que aumenta con el estilo visual de la película, muy similar al del género documental. Las elecciones estilísticas se suman a un acierto de casting pues todos los actores rebosan la naturalidad requerida para este tipo de papeles con matices psicológicos. Es una pena que algunas historias secundarias, como la de Marcus (Keith Standfield), no desarrollen todo su potenciaal.

No obstante, Las vidas de Grace (cuyo título en castellano nos parece muy apropiado) constituye un retrato plagado de autenticidad sobre la juventud contemporánea, sobre cómo el trabajo puede afectar la vida de alguien, sobre los problemas de incomunicación que sufren los adolescentes. El director ha compuesto una melodía armoniosa en todos los niveles -interpretación, guión, realización- cuya estructura circular, con esos prólogo y epílogo optimistas, te hacen comprender la naturaleza de unos personajes que evolucionan, sufren, aprenden y superan situaciones jodidas en sus ci(r)c(u)los vitales.

7/10