Dawn of the planet of the apes
Año:
2014
Fecha de estreno:
18 de julio de 2014
Duración:
130 min
País:
Estados Unidos
Director:
Matt Reeves
Reparto:
Andy Serkis, Jason Clarke, Gary Oldman, Keri Russell, Toby Kebbell, Kodi Smit-McPhee, Enrique Murciano, Kirk Acevedo
Distribuidora:
Fox
Llega el verano y, con él, comienzan a florecer los blockbusters destinados a un público poco exigente y fácil de contentar, como ejemplo, la inminente cuarta entrega de la saga Transformers. No obstante, en los últimos años, proliferan blockbusters con otras pretensiones, más allá de ofrecer un mero entretenimiento para cerebros fritos. En estos meses ya hemos tenido algún ejemplo de este tipo como Al filo del mañana o X-Men: Días del futuro pasado y, ahora, se une a ellos la última entrega de la nueva franquicia de El planeta de los simios.
El origen del planeta de los simios, predecesora de El amanecer del planeta de los simios, se distinguía por mostrar un trasfondo moral en cuanto a cómo nacieron los simios inteligentes. La secuela profundiza en el lógico proceso evolutivo de los primates, liderados por un César más maduro, de un carácter más complejo. En los créditos finales de El origen del planeta de los simios nos daban a entender que un virus letal se estaba extendiendo alrededor del mundo. Ahora, diez inviernos después, ese virus ha aniquilado la raza humana. Los simios viven en sociedad pacíficamente en los bosques de Muir. De repente, un grupo de humanos perturba su paz cuando se adentra en los bosques en busca de una presa para generar energía para abastecer a los pocos supervivientes al virus, que viven en comunidad tratando de crear un nuevo mundo. Simios y humanos se hermanarán en pos de evitar una guerra aunque no todos estén de acuerdo con esta decisión.
La película ofrece un espectacular desarrollo en prácticamente todas las facetas. Analizándola por partes, por un lado abriga la ambición de concordar la historia con El planeta de los simios (1968), alma máter de estas recientes precuelas. Sin necesidad de guiños ni explicaciones redundantes, El amanecer... encaja con los hechos posteriores. Los simios suben por la escalera evolutiva a pasos agigantados y en esta entrega ya son más hábiles, han adquirido la capacidad de hablar y de organizarse aunque aún faltan eslabones para llegar a ser esos seres que conocimos en 1968.
Este guión sin incongruencias se lo debemos a Rick Jaffa, Amanda Silver y Mark Bomback -los dos primeros responsables también de la primera precuela-, quienes han hecho posible un blockbuster serio y contundente. El desarrollo de los personajes es otro punto fuerte de la película, narrada desde la perspectiva de un simio con cualidades cuasi humanas, un personaje capaz de vincularse con el espectador en su afán de crear y mantener un hogar. César empatiza con los seres humanos porque se crió entre ellos pero su conexión con Malcolm -el humano protagonista de esta película- deriva de la necesidad de ambos por proteger a sus familias. Conflictos internos y externos más emociones a flor de piel pueblan el aspecto más sentimental de esta producción.
Y nuestro César vuelve a estar "interpretado" por el actor rey en esto del motion capture, Andy Serkis. De hecho, no repiten personajes humanos de la primera entrega pero sí algunos simios como Koba -muy importantes sus desavenencias con César- Maurice, Cornelia o Rocket. Los movimientos y gestos faciales y corporales de Serkis dotan a César de esa humanidad e inteligencia inherentes a su personaje. Hay un gran trabajo detrás para lograr esa extrema veracidad en los simios, realizados todos con efectos digitales. Y esa labor con el CGI resulta apabullante no sólo porque nos creemos que los animales son reales (y transmiten emociones) si no porque, además, el tercer acto está plagado de escenas espectaculares, de acción frenética y tensionante.
Matt Reeves, director de Monstruoso y el remake americano de Déjame entrar, demuestra oficio tras las cámaras y logra más de dos horas rayantes a un espléndido nivel que conjugan un guión consistente con un entretenimiento sincero. En este Amanecer del Planeta de los simios se huele una inminente guerra entre simios y humanos por la desconfianza mutua nacida, por desgracia, de las numerosas similitudes entre las dos especies. Pero eso, ya es otra película.
6,5/10
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