Detroit
Año:
2017
Fecha de estreno:
15 de Septiembre de 2017
Duración:
143 min
País:
Estados Unidos
Director:
Kathryn Bigelow
Reparto:
Will Poulter, John Boyega, Jacob Latimore, Algee Smith, Jason Mitchell, Anthony Mackie
Distribuidora:
eOne
Un país que elige a un señor
xenófobo, misógino y ególatra (entre otros muchos atributos) necesita
seriamente ejercitar la memoria. Por eso, Kathryn Bigelow ha elegido el
mejor momento para brindarle a Estados Unidos y al resto del mundo su nuevo
thriller: Detroit. Después de abordar
la lucha/caza antiterrorista y la vorágine de violencia en Oriente Medio en sus
dos anteriores y aclamados trabajos, la cineasta se ha centrado con su nuevo
filme en una guerra a pequeña escala, aunque de gran impacto social, en el
territorio estadounidense. El resultado es una extraordinaria lección de gestión
de la intriga y una adecuada reflexión sobre las piedras con las que tropezamos
insistentemente.
La cinta recupera los eventos
reales acontecidos en la principal metrópoli del estado de Michigan en 1967,
cuando la mentalidad liberal comenzaba a fluir entre los jóvenes, que plasmaron
en las calles y los colchones su cambio de ideales. Dos décadas después de
la rebeldía con la que Rosa Parks prendió la mecha al negarse a la sumisión
impuesta por una sociedad segregada, la película nos muestra una situación
racial todavía conflictiva: los habitantes negros de Detroit se mantenían al
margen en su propio barrio, mientras que cierto sector de la policía se mostraba deseoso de perseguir a aquellos vecinos con los que compartían ciudad, pero no
color de piel. En ese contexto, Bigelow nos muestra diferentes subtramas y
personajes, de diversas mentalidades para no caer en el maniqueísmo más
recurrente. Algunas son más atractivas, y otras tardan demasiado en arrancar,
pero lo verdaderamente importante es el lugar en el que todas desembocan.
El núcleo fuerte de la película
es el suceso que busca reflejar: la irrupción de la policía en un motel
plagados de hombres negros, y en el que creen que hay un arma escondida. En esa
solitaria casa las diferentes fuerzas de seguridad aplican su fuerza de manera
desmedida o tratan de escabullirse para no verse implicados en los brutales
hechos que allí acontecieron. Bigelow despliega sus virtudes tras las cámaras a
lo largo de ese memorable tramo de la película, ya que nos mantiene aferrados a
la butaca en todo momento y despierta la indignación sin ser demasiado obvia en
sus objetivos. Sus grandes cómplices son los componentes de un reparto plagado
de talento joven, entre los que destacan Will Poulter (policía despiadado hasta
la médula), Jacob Latimore y Algee Smith, que son los que mejor se mueven
dentro de la fina línea de intensidad en la que se mueve su directora.
El principal inconveniente de la
película es lo dilatado de su prólogo y su epílogo, que se extienden en
demasía. Detroit parece tener
complejo de miniserie de HBO, formato en el que habría triunfado sin duda
alguna, pero es cierto que nos regala alrededor de una hora del mejor cine que
hemos visto este año.
7,5/10
Es una auténtica pena que se tan regularmente tengan que aparecer películas para recordarnos la ignorancia y desfachatez de la especie humana (con o sin tupe rubio). Por suerte, en esta ocasión, y cinematográficamente hablando parece que estamos ante una gran película.
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