Kingsman: The Golden Circle
Año:
2017
Fecha de estreno:
22 de Septiembre de 2017
Duración:
141 min
País:
Estados Unidos
Director:
Matthew Vaughn
Reparto:
Taron Egerton, Mark Strong, Julianne Moore, Colin Firth, Pedro Pascal, Halle Berry, Channing Tatum, Jeff Bridges, Elton John
Distribuidora:
Fox
El cine de acción cubre todo el
espectro desde la mera evasión al puro arte. En un extremo nos encontramos con
propuestas más superficiales, como las iteraciones del nuevo Superman o
infinitas secuelas con robots, coches o lo que toque cada fin de semana, y en
el otro polo se encuentran títulos de la talla de The Raid o Green Room,
que desarrollaron su propio carisma y personalidad sin prescindir de potentes
confrontaciones. En el apartado de lo destacable se encuentra también Kingsman: Servicio Secreto, la adaptación
de Matthew Vaughn de la obra homónima del gran Mark Millar, que hace dos años
se convirtió en uno de los títulos de acción de la década, elevado por la buena
mano de su director tras las cámaras, por la química de su reparto y por un
sentido del humor tan irreverente como refrescante. Después de huir de las
secuelas de Kick-Ass y X-Men: Primera generación previamente,
Vaughn asumió el reto de prolongar las peripecias de la agencia Kingsman, y
esta semana se estrena el resultado de aquella inusual decisión.
Kingsman: El círculo de oro vuelve a evidenciar con orgullo la
pasión que sienten sus creadores por el agente 007, tomando prestada la tradición
de los giros de guion inverosímiles y grandilocuentes de la longeva franquicia
de James Bond. Afortunadamente, el humor de la cinta no suena a redundante, aunque
siga haciendo saltar las mismas chispas en entornos diferentes, y ayuda a
digerir esas licencias narrativas que caracterizan al subgénero de espías. En
esta ocasión, los agentes de Kingsman ven cómo sus fuerzas quedan mermadas y
deben acudir a la sede de Statesman, su agencia hermana en terreno
estadounidense, para acabar con la amenaza implantada por una misteriosa
organización criminal (sí, “El círculo de oro”). Si en su predecesora el
villano encarnado por Samuel L. Jackson ponía en jaque al mundo entero con su
explosiva conspiración telefónica, ahora el peligro está en la droga. Por lo
que el esquema es bastante parecido al del filme original, ya que Eggsy debe
frenar una epidemia mundial, sólo que su nueva némesis es una Julianne Moore de
sonrisa tan dulce como letal.
Como ya sucedió con el bueno de
Samuel, que nos brindó una de las mejores interpretaciones de su carrera con el
villano que nunca fue al logopeda, Moore hace un gran trabajo dando vida a la
mejor incorporación de la secuela. Ahí radica uno de los problemas de la película,
ya que ni Channing Tatum ni Jeff Bridges ni Halle Berry ni Pedro Pascal aportan
nada nuevo a la mitología de la saga. Sus breves apariciones no permiten
profundizar en el bagaje de Statesman y el foco nunca se aparta de la misión de
Eggsy y el regreso de Harry. Quizá en el primer corte de la película, que
duraba casi cuatro horas, se hacía mayor hincapié en el resto del elenco, pero
en la versión definitiva su aportación es nimia y meramente funcional.
Las digresiones y subtramas
frenan el gran ritmo con el que comienza la película, que vuelve a fardar de
contar con uno de los mejores directores de acción del panorama hollywoodiense.
Kingsman: El círculo de oro sigue en
espíritu a su predecesora, proporcionando la inyección de entretenimiento
esperada, pero en cuerpo termina por debilitarse entre la amalgama de
localizaciones y nuevas ideas.
6,5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario