Mal de pierres
Año:
2016
Fecha de estreno:
09 de junio de 2017
Duración:
120 min
País:
Francia
Director:
Nicole Garcia
Reparto:
Marion Cotillard, Louis Garrel, Àlex Brendemühl, Brigitte Roüan, Victoire Du Bois, Aloïse Sauvage
Distribuidora:
Festival
Encuadrada en la sección oficial del
Festival de Cannes de 2016, la actriz y directora Nicole Garcia
presentó El sueño de Gabrielle, su último trabajo tras las
cámaras -hasta la fecha-, con una recepción un tanto fría. Y es
que el trabajo de la francesa adolece de una concepción clasicista
del drama de la protagonista, tanto a nivel formal como del relato,
con unas connotaciones letárgicas aún a pesar -o quizá a causa de
ello- de un final con vuelta de tuerca incluida.
Adaptación de la novela Mal
de piedras (Mal de
pierres, en el original) de
Milena Agus, El sueño de Gabrielle
se centra en la vida de Gabrielle (Marion Cotillard), una joven
francesa entusiasta, ardiente, adelantada a su tiempo y acorralada en
un entorno asexual (y asexuado) donde la chica se siente presa de sus
irrefrenables pulsiones sexuales, de su deseo carnal. La madre le ata
en seco imponiéndole un matrimonio con un jornalero español (Àlex
Brendemühl), quien considera puede ser un buen marido. La represión
social, las barreras e imposiciones del entorno chocan con el
carácter libre y apasionado de una joven que se siente conducida a
la locura.
Todo un melodrama que no oculta su ascendencia
telenovelesca. Pero la cosa se pone más interesante -ejem, ejem-
cuando a Gabrielle le detectan piedras en el riñón (el mal de
piedras del título) e ingresa en un balneario para tratarse la
dolencia. Allí conoce a un soldado herido (Louis Garrel) con quien
mantiene una intensa relación pasajera que marcará el resto de su
vida.
Nicole
Garcia pretende hacer, en cuanto a la trama en sí -pues ella adapta
junto a Jacques Fieschi la novela-, un drama romántico tormentoso en
varios niveles. Desde una protagonista aquejada de falta de amor y
soledad, a un marido acomodado en la infelicidad tras huir del
franquismo y la guerra civil, a un amante distante pero contundente.
No obstante esto, en el tono falla pues no transmite la locura febril
de ese amor apasionado de la protagonista ni siquiera cuando le llega
la liberación en la figura de Louis Garrel -y eso que son los
mejores momentos de la película. El tratamiento formal, elegante en
exceso para una historia de paranoia romántica, favorece el
desarrollo convencional y Garcia intenta destacar con una fotografía
"bonita" que, en realidad, no aporta valor añadido a lo
que se pretende contar.
Contada
a modo de flashback, El sueño de Gabrielle
conecta la escena inicial con su parte final para advertir al
espectador, desde el principio, de la tragedia que está a punto de
presenciar sobre la infelicidad de la protagonista. El giro narrativo
sorpresivo -detonante de la tan ligera y mascada moraleja- es digno de cualquier novela
romántica de medio pelo y se inserta de un modo incoherente con el
relato, de manera que cuesta encajarlo en la narración sin
cuestionarse la cohesión de la historia -porque ni en un segundo
visionado eso tendría un sentido argumental sólido más allá de
forzar el final feliz. A destacar la entregada interpretación de
Marion Cotillard, espléndida en su apatía, en su impotencia y en su
delirio.
5,5/10
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