Título original:
Café Society
Año:
2016
Fecha de estreno:
26 de Agosto de 2016
Duración:
96 min
País:
Estados Unidos
Director:
Woody Allen
Reparto:
Jesse Eisenberg, Kristen Stewart, Steve Carell, Blake Lively, Parker Posey, Corey Stoll, Jeannie Berlin, Ken Stott
Distribuidora:
eOne
Con el buen recibimiento
que obtuvo en Cannes, sumado a la ya de por sí expectación que
supone cada estreno de una película de Woody Allen, los ánimos
estaban altos. Quizás demasiado. El caso es que Café Society,
tras todo ese encanto ambiental de los años 30 y sus múltiples
referencias cinematográficas, se esconde una demasiado sencilla
historia que deja menos poso del que desearía.
En esta ocasión, Allen
nos introduce en el mundo de Bobby Dorfman, el sobrino de un poderoso
productor de Hollywood que quiere iniciarse en el mundillo. Para ello
se mudará a Los Ángeles, aunque pronto conocerá a la secretaria de
su tío, que le hará cambiar todos sus planes de futuro. Desde
luego, Jesse Eisenberg es un digno actor para encarnar uno de esos
papeles 'alter ego' del director, con sus tics e inseguridades,
aunque aporte su toque personal al asunto, sin limitarse a la mera
emulación. Su complicidad con Kristen Stewart (con quien ya había
trabajado en Adventureland o American Ultra) está
fuera de duda, pero pese a esto, por alguna extraña razón, su
romance no acaba de cuajar en pantalla. Y aún lo hace menos el otro
que tiene lugar. Y eso que los tres actores están bastante bien, en
especial un Steve Carell que últimamente se reivindica en el drama,
tras coger el testigo del personaje que dejó Bruce Willis tras ser
expulsado del rodaje.
Lo que bien podría
funcionar en cierta manera como el reverso de la historia amorosa de
El apartamento (sin toda la
subtrama de ascensión laboral y, desde luego, bastante lejos del
ingenio de la obra maestra de Wilder), toda la temática de los sin
sabores y la aleatoriedad del amor, acaba brotando más de las
vivencias propias del espectador que del buen hacer del guión. Y eso
es porque la historia de amor no tiene la suficiente fuerza para
ello. En general la película carece de 'punch', que solo destaca en
ambientación, siendo en los demás apartados un 'Allen menor'
corriente y moliente. La historia del hermano mafioso, por ejemplo,
no encuentra su lugar en la trama. Simplemente existe porque tiene
que existir el pub que concentra esa 'café society' del título,
pero toda su trama se antoja impostada. Lo mejor en este sentido es
la curiosa comparación que se hace entre la mafia, los famosos y los
políticos, donde los tres parecen tener los mismos hábitos.
El
genio siempre es genio y sus detalles tiene, y desde luego ha sabido
rematar la película, porque sus últimas escenas son de lo mejor de
la cinta, como si Allen hubiera tenido en mente principio y final y
lo demás hubiera sido camino pedroso obligado de seguir. No se puede
negar que su chispa aquí ha estado a medio gas, lo cual no deja de
ser decepcionante, pero con todo es una película llevadera y
entretenida, con poso dramático y nostálgico, tanto por la época
en que se ambienta como por el tema que trata.
6/10
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