Ser padre no es tarea sencilla y ello lo demuestra el capítulo de esta semana de la serie Modern Family, en el que tanto Jay como Mitchell y Phil se enfrentan a nuevos desafíos en el cuidado de sus hijos, y patos. Tal vez quieras primero leer lo ocurrido en el episodio anterior, puedes hacerlo aquí. ¡Alerta spoiler!
Se están levantando
Hace mucho tiempo que Phil no visita a su hija mediana Alex en el campus, así que se viste con pajarita y todo para la ocasión y se encuentra allí con ella. Alex le lleva de paseo por el lugar hasta llegar al laboratorio de robótica, en el que Phil –sin querer- termina accionando un botón y conectándolo todo a la vez, a gritos de “está pasando, se están levantando”.
Su hija tiene noticias para él: ha decidido que no quiere seguir viviendo allí, que prefiere estar con ellos e ir y volver de la universidad cada día. Su padre sabe que algo ocurre y Alex le cuenta que se siente desplazada por sus compañeros. Ni siquiera quiere participar en una tradición autóctona consistente en tirarse disfrazado de un trampolín en la piscina.
Eso sí, Phil lo soluciona cuando le entrega a su hija el disfraz y las gafas, y al final vemos a Alex lanzándose al agua en una interpretación de La Sirenita muy poco convencional.
Pato, pato, pato
En un momento en el que Phil no se encuentra en casa, su mujer y sus hijos Haley y Luke planean deshacerse de sus patos. Vivir con ellos no es fácil, ya han crecido mucho y están empezando a ser una molestia, así que se las apañan para meterlos en una jaula y llevárselos al parque. En el momento en el que Claire abre la jaula, empiezan todos a recordar buenos momentos con los animales y se dan cuenta de que cada uno representa a uno de sus hijos, de algún modo.
Se arrepienten, pero ya es tarde y los patos no están. Los encuentran en seguida, sí, pero en un estanque repleto de patos muy parecidos, así que tienen que tirar de ingenio para encontrar los suyos. El pato-Luke es altamente reconocible, es el que nada más llegar ha metido la cabeza en una bolsa. Y el de Haley es el más bonito y ella misma no duda en meterse en el agua a por él. El pato más listo, el Alex-alike, no duda en recoger una pequeña pelota que Claire lanza, como si de un perro se tratase.
Cuando Phil vuelve a casa, por cierto, encuentra que sus patos no están y no tarda en sospechar de su familia y de lo que han hecho. Y aunque se equivoca y su familia vuelve completa (patos incluidos), Phil decide –después de lo ocurrido con Alex- que es hora de dejarles volar.
Granddaddy’s Holiday Gift Basket
¿Os acordáis de la famosa salsa-receta-secreta de Gloria? Pues Cam ha conseguido que la repartan en el mercadillo local dentro de la Granddaddy’s Holiday Gift Basket, una cesta exclusiva con lo mejor del lugar. Para ello necesitan hacer mucha más salsa, pero el problema es que les falta un ingrediente: un pimiento muy difícil de conseguir.
Con ayuda de Manny (que intenta demostrar que no es tan buen chico después de que en su equipo no le dejasen participar en una broma al entrenador) elaboran un plan para colarse en el jardín botánico del instituto y robar algunos de estos pimientos que, casualmente, tienen allí. El plan es bastante elaborado para, al final, tener que ver a Cam y Gloria agacharse sobre una planta y llenar el bolso de frutos. Aunque exitosos, Gloria no está del todo contenta.
Resulta que, a la hora del marketing, Cam ha decidido ocupar gran parte del protagonismo, poniendo de Gloria en la publicidad solo su esbelta figura, y a un lado. La mujer decide entonces dar por terminada su relación de negocios, lo que hace que Cam entre en “modo ruptura”: pasa del enfado al lloro, de amenazas a frustración, en medio minuto.
Gloria, sin embargo, también tiene su “modo ruptura”, consistente en no decir nada y esperar a que el otro haga lo que quiere. Cam termina convenciéndose de que ella lo hace para alentarle a buscar su propia receta y ambos terminan bien.
Jane Fonda
Mitchell, por su parte, ha decidido que es hora de que su hija Lily conecte con su cultura y ha organizado una fiesta con un montón de niñas vietnamitas. La velada, sin embargo, no va bien. Ni él puede controlar a tantas niñas ni tampoco acierta con sus madres: el momento señora Tran, y “un par de Trans” me ha matado.
Cuando parece que ya no puede más y va a tirar la toalla, recibe la visita de Jay, que pone a todo el mundo a hacer gimnasia con una vieja cinta de Jane Fonda para que así se cansen y se duerman. Aquello no funciona, así que a Jay se le ocurre otra idea: se llevan a las niñas a la cocina donde Gloria y Cam se encargan de hacer su famosa salsa y las ponen en línea de montaje a llenar y etiquetar botes. Por supuesto, cuando aparece de vuelta la señora Tran, aquello queda muy mal y se va de allí bastante enfadada.
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