Título original:
Im Keller
Año:
2014
Fecha de estreno:
15 de Enero de 2016
Duración:
81 min
País:
Austria
Director:
Ulrich Seidl
Reparto:
Alessa Duchek, Gerald Duchek, Inge Ellinger, Manfred Ellinger Walter Holzer, Cora Kitty
Distribuidora:
Noucinemart
Cualquiera que tenga
una experiencia previa con el cine de Ulrich Seidl, entenderá por qué debe ir
con cuidado a cada proyección suya. Enaltecido por muchos rincones de la
cinefilia tras su trilogía “Paraíso”, a muchos ha logrado repelernos por su
estilo particular: el austriaco es de la escuela de Haneke de quien hereda esa
ingobernable necesidad de torturar a sus personajes, pero a diferencia de su
reconocido compatriota, los personajes de Seidl son tan unidimensionales (a
casi todos podemos reducirlos a una línea de explicación) que muchas veces nos
da a entender que su cine no es otra cosa que un enfermo regodeo en lo
grotesco, más preocupado por impactar y revolver estómagos que por contar algo
que pueda trascender por algo más que esa buscada reacción. Claro que lo de
Seidl es sadismo bien filmado, y eso parece gustar bastante en el medio, que ya
le ha cedido a este personalísimo autor un lugar entre los directores a seguir.
“En el Sótano”
intenta convencernos continuamente que es una reflexión sobre la vida privada
de personas particulares en una sociedad como la austriaca, donde las formas
modernas de vida parecen haberse sobre-impuesto a todo tipo de prácticas que
fueron relegadas a lo más oscuro de los rincones del alma ciudadana. Y digo
intenta porque, si bien en algún momento lo logra, generalmente este falso
documental no deja claro nunca si lo que estamos viendo es un estudio
concienzudo de lo que explicamos arriba o es, simplemente, un ejercicio de
sadismo que estira como chicle el enunciado de arriba convirtiéndolo en una
hora y veinte de prácticas subterráneas en las que el horror va in crescendo.
Lo más interesantes es, sin dudas, saber que ante todo estamos viendo el dedo
acusador de Seidl hacia toda una generación a la que acusa de tener secretos
inconfesables; es claramente una mirada de desconfianza hacia todo lo que
conocemos como sociedad civilizada.
De la película me ha
gustado bastante la forma en que Seidl maneja su puesta en escena: esa
pulcritud y sensación de orden y simetría que transmiten los escenarios
funciona de maravillas a lo hora de hacernos pensar que cualquiera de estas
personas que vemos en el documental son personas completamente normales y
apegadas lo más posible a las formas. El sótano no es más que el símbolo de la
profundidad de ciertos deseos, y del subterráneo escondite donde todos los
llevamos a cabo, por eso me parece que la película es muy buena mientras duran
los segmentos del nazi y de los tipos que odian a los turcos porque, además de
ser muy naturales, encajan a la perfección con la idea original de la cinta.
Cuando Seidl empieza a decantarse por el lado sexual, por madres que amamantan
muñecas y otras excentricidades, abandona ese dedo acusador y empieza a marear
la perdiz aportando elementos que salen más de su mente que de la experiencia.
En este punto nos preguntamos si el sótano ha sido un viaje a la sociedad
austriaca o nos han timado y nos han dado un viaje sin retorno a la mente de
Ulrich. Sea como sea, siempre es interesante conocer como un hombre como este
ve a su propia sociedad, pero siempre y cuando no se nos dé una cosa por otra.
El austriaco consigue
darnos una película interesante, algo inaccesible por momentos y con todos los
condimentos que ya te hicieron amarlo u odiarlo en el pasado. Quizá el formato
documental ha mitigado bastante la necesidad del director de ese sadismo
exhibicionista (aunque siempre está presente en el subtexto) y ha permitido que
Seidl haga una película mucho más suave que las anteriores (lo cual es mucho
decir dado las barbaridades que llegamos a ver aquí), por lo que puede ser una
excelente puerta de entrada para aquellos que aún no han tenido la suerte (¿)
de experimentar una de sus obras. Aún así, si “En el Sótano” es tu opción, sería
bueno preparar bien el estómago; por si acaso.
6/10
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