miércoles, 30 de abril de 2014

Amor en su punto. "La cocina es como el sexo. Aunque se te dé fatal, lo disfrutas igual"


Título original:
The food guide to love
Año:
2013
Fecha de estreno:
09 de Mayo de 2014
Duración:
91 min
País:
Irlanda / España
Director:
Teresa de Pelegrí, Dominic Harari
Reparto:
Richard Coyle, Leonor Watling, Ginés García Millán, Simon Delaney, Lorcan Cranitch, Bronagh Gallagher, Ger Ryan, David Wilmot
Distribuidora:
Fox


Si bien hace poco hablábamos de otra película muy relacionada con la gastronomía, como es The Lunchbox, ahora, apostando más por la sencilla y desenfadada comedia romántica de toda la vida, os traemos Amor en su punto.
Esta coproducción hispano-irlandesa tuvo su germen en “No hay amor más sincero que el amor por la comida” del dramaturgo George Bernard Shaw, frase que, por cierto, se cita en la película. Los directores y guionistas Teresa de Pelegrí y Dominic Harari la leyeron y empezaron a imaginar la historia de un hombre que ama más a las panacotas que a su pareja, y de ahí se desarrolló la historia de Oliver Byrne, columnista virtual gastronómico de 'The food guide to love' (título original de la película, también), donde relata sus peripecias amorosas a través de sus gustos culinarios.


La pareja protagonista en la que se centra la historia y el mayor reclamo para ver la película son Richard Coyle y Leonor Watling. Él, actor irlandés que pudimos ver en Grabbers, ella, aparte de despuntar con su grupo musical Marlango, la hemos podido disfrutar en películas como Hable con ella, Los crímenes de Oxford, Una pistola en cada mano o Incoscientes, película que también guionizaron Teresa de Pelegrí y Dominic Harari. Los dos están graciosos y despiertan simpatía, la necesaria para que el espectador se deje llevar pro la historia sin recaer en sus fallas de guión o historia previsible. Al menos, a mi parecer, sabe jugar bien la baza de los tópicos mostrándolos pero desde los dos puntos de vista y sin meterse en el berengenal de casarse con ninguno. Dado que el protagonista ama con el estómago más que con el corazón, para la “guerra de sexos” se usa a los carnívoros y a los vegetarianos. Y, como no, el mundo del toreo tiene su aparición, pero no se corta en sacar a la palestra si es cultura o tortura. Al fin de cuentas, la película tampoco quiere ponerse transgresora, simplemente jugar con los contrastes y sacar un poco el humor de las situaciones controvertidas, por tanto, tan poco me tomaría más en serio estos temas dentro de la película de lo que lo hacen los mismos guionistas.


Además, la película no tiene problemas en reírse de sí misma, como cuando van a ver una película de temática gastronómica y el personaje de Watling muestra su repulsa a ese tipo de comedias donde se desperdicia la comida, mientras que en otra escena sucede una guerra de comida entre ambos protagonistas (una de las escenas más graciosas, por cierto). Otra de las escenas destacadas son las que tienen relación con el Coddle, que es el guiso de patatas y salchichas, muy típico de las familias obreras irlandesas, que odia el protagonista. Y es que Dublín, lugar de rodaje y ambientación de la película, impregna el espíritu de la historia, un barrio pequeño pero con encanto, familiar, donde todo el mundo se conoce prácticamente. Y bueno, para los amantes de las frases de cine tiene algunas perlitas, pero seguramente la que más llame la atención será la comparación del amor con las palomitas de maíz: "El amor es como las palomitas. Comemos a puñados hasta que tocamos el fondo y decimos ¿dónde fueron las palomitas?".

En general hablamos de una película simpática, realizada con soltura y que sabe sacar sustancia de la historia simplista para hacer pasar un rato agradable. Quizás no dure mucho en la memoria, pero alguna que otra escena seguro que sí, y desde luego, para ser una comedia con la única pretensión de agradar, se puede decir que al menos eso lo cumple.

6/10

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