jueves, 24 de abril de 2014

La vida inesperada. Mi primo, mi revulsivo.

Título original:
La vida inesperada
Año:
2014
Fecha de estreno:
25 de abril de 2014
Duración:
105 min
País:
España
Director:
Jorge Torregrossa
Reparto:
Javier Cámara, Raul Arévalo, Carmen Ruiz, Tammy Blanchard, Sarah Sokolovic, Gloria Muñoz, Juan Villareal
Distribuidora:
Universal


Nosotros no somos muy fanáticos de los tráilers. Cada vez que vamos al cine intentamos no mirar ni escuchar los tráilers para no enterarnos de más de lo necesario sobre las películas que tenemos intención de ver. Algunos tráilers te la cuentan entera, otros te ponen escenas clave y otros te venden la película de una manera diametralmente opuesta a lo que es en realidad. Esto último es lo que he sentido con La vida inesperada. Un error venderla como una comedia liviana cuando explota más su vertiente dramática y, sobre todo, un engaño hacerte ver que el personaje de Raúl Arévalo tendrá más protagonismo del que al final acaba teniendo.

Porque sí, Raúl Arévalo (el primo) actúa como revulsivo en la vida de Javier Cámara (Juanito) pero su personaje queda desdibujado en el balance final sobre la película. En La vida inesperada el primo viaja a Nueva York a pasar un mes junto a Juanito, un actor teatral que se gana la vida en las américas como puede. No sólo actúa en una compañía muy modesta si no que necesita ganarse un sobresueldo como camarero por las noches o como profesor de “comida española”, algo que su familia desconoce. El primo, en teoría, es un triunfador con una vida maravillosa, con un puesto estable como asesor financiero y a punto de casarse. Juanito, quien en secreto ha odiado siempre a su primo, cree que sólo va a visitarle para jactarse de su éxito. ¡Ah! Pero la vida es una noria...


Y así, aunque el personaje de Raúl Arévalo sea el punto de inflexión para que el de Javier Cámara despierte de su letargo (actor cuarentón estancado en un oficio para soñadores), no se explota su historia al máximo más allá del intenso romance que vive junto a una joven americana y queda relegado a una posición de mera comparsa. En cambio, la historia de Cámara se aprovecha en todas sus vertientes tanto a nivel romántico, cómico o laboral, tema este último en el cual la película se centra. Elvira Lindo elabora un simpático guión basado en el drama de muchos españoles emigrantes que ven como sus sueños sólo pueden hacerse realidad en un país extraño, muy lejos de tus seres queridos.

El mensaje de La vida inesperada es un canto a encontrarse a uno mismo y, ante todo, reinventarse de forma constante, si es necesario. Y a pesar de los numerosos momentos graciosos a lo largo del metraje (que ciertamente mesuran tanto el drama como lo frivolizan o le restan fuerza), no cabe duda alguna de que la nueva película de Jorge Torregrossa funciona mejor en su aspecto dramático ya que la carga emocional intrínseca a la historia narrada es capaz de conectar con un espectador que siente que le podría ocurrir lo mismo en cualquier momento.


La película se cimenta en sus personajes, tan entrañables como cercanos. Madres exageradas (quizá éste sea el personaje más ridículo de la película), un poco inútiles con las nuevas tecnologías y orgullosas de sus retoños. Primos tan envidiosos como generosos. Amores tan imposibles como posibles. Amistades tan placenteras como dolorosas. Y, como telón de fondo, la constante evolución de uno mismo en cualquier terreno que te impone la vida personificado en un inmenso Javier Cámara a quien siempre es un placer ver en pantalla y más secundado de alguien como Raúl Arévalo aunque la historia de su personaje nos haya sabido a poco. 

6/10 

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