Título original:
The book thief
Año:
2013
Duración:
131 min
País:
Co-producción EE.UU / Alemania
Director:
Brian Percival
Reparto:
Sophie Nélisse, Geoffrey Rush, Emily Watson, Nico Liersch, Ben Schnetzer, Sandra Nedeleff, Hildegard Schroedter, Gotthard Lange
Distribuidora:
Hispano Foxfilm
Si
a finales de 2013 nos llegaba la adaptación del best-seller de Noah
Gordon, El
médico,
ahora nos llega la que, podría decirse, es la primera gran
adaptación de un best-seller de este año.
La
novela de Marcus Zusak ha vendido más de seis millones de ejemplares
en todo el mundo y ha figurado en la lista de
superventas del New York Times durante
casi siete años fomentando su traducción a más de 30 idiomas.
Además, La ladrona de libros
ha ganado más de una docena de premios literarios, ha sido el libro
más vendido en Amazon.com y ha sido reconocido como mejor libro del
año en numerosas listas.
Con
todos estos datos, Hollywood no podía dejarla escapar y enseguida
los productores pusieron en marcha su traslación a la gran pantalla.
La
ladrona de libros cuenta,
ambientada en un pueblo de la Alemania de la Segunda Guerra Mundial,
la historia de Liesel Memimger, una joven de unos trece años que
recientemente ha perdido a su hermano y su madre debe darla en
adopción a una familia de acogida. Allí aprenderá a leer y
descubrirá en las palabras la forma de afrontar los duros tiempos
que le ha tocado vivir, junto a sus nuevos padres y su reciente amigo
Rudy, aunque las cosas se complicarán cuando Hans y Rosa (sus nuevos
padres) refugien a Max, un judío.
La
dirección corre a cargo de Brian Percival, conocido sobre todo por
su trabajo (galardonado en los BAFTA) en la serie Downton
Abbey,
que aquí opta por plasmar una adaptación correcta y cumplidora,
dirigida sobre todo al gran público y con la intención de
emocionar al respetable, en la línea de El
niño del pijama de rayas,
otra adaptación de un best-seller.
Quizás
es esta decisión de un estilo tan convencional, quizás demasiado,
donde no se demuestran riesgos en la dirección y se nota el enfoque
para agradar “a cuanta más gente mejor” lo que creará gran
parte del rechazo entre el público más cinéfilo, que a su vez será
lo que haga que oigas el típico comentario de tu vecina o madre
sobre lo bonita y bella que es y hará que sea un éxito de taquilla.
O al menos esto último pensarían los productores de la película,
pero, de momento, de los treinta y cinco millones de dólares que ha
costado el proyecto, en EE.UU sólo ha recaudado unos diecinueve, así
que todo apunta a que ganará dinero pero lo de “éxito” le
quedará bastante grande.
La
película juega todo el rato a dos bazas, la del tono infantil y la
de emocionar a toda costa. El tono infantil viene apoyado sobre todo
por su visión naif que hace imposible tomársela muy en serio y el
protagonismo de Liesel, una especie de Ana Frank desdramatizada. Lo
bueno es que Sophie Nélisse aporta ingenuidad, belleza y naturalidad
a su personaje, que apoyada por las caras conocidas como Geoffrey
Rush y Emily Watson (que vuelven a coincidir en pantalla tras Llámame
Peter) cumplen con la parte
interpretativa, a pesar de que sus personajes no evolucionen
demasiado y no escapen a un perfilado estándar por parte del
guionista.
La
joven canadiense Nélisse, de trece años, hermana de Isabelle Nélisse (la más
pequeña de las niñas de Mamá,
de Muschietti)
ya la pudimos ver en Profesor
Lazhar,
y, de querer seguir una carrera en el mundo del cine, es muy probable
que acabe destacando, como ya ha ocurrido muchas veces con otras
jóvenes promesas.
Esto, junto a su mensaje del poder de la palabra y el siempre cumplidor John Williams con una partitura acomodada pero bella como suele tenernos acostumbrados y que ha conseguido una nominación a los Globos de Oro, podría decirse que serían las mejores cualidades de la película.
Mirando
a la otra cara de la moneda jugada, esa búsqueda incesante de
emocionar hace que se sucedan ciertas situaciones forzadas donde se
“engaña” al espectador haciendo creer que sucederá una
situación dramática que luego no llegará. Esta práctica molesta,
a veces incluso cae en escenas un tanto ridículas y carentes de
cierta lógica, como cuando acude el personaje de Rosa al colegio a
dar una noticia a Liesel.
Además, seguramente empujada por su afán de llegar a cuanto más
público mejor, la película se ha rodado en inglés en su mayoría,
salvo ciertos discursos, pero a su vez, los personajes meten ciertas
palabras alemanas entre los diálogos (Ja, Nein, Dummkopf,
Saumensch/Saukerl), desorientando al espectador y estéticamente poco
armonioso auditivamente. Se ha querido escapar de una película
subtitulada por completo (todos conocemos la reticencia de los
americanos a leer en el cine...) pero no se ha querido renunciar a
cierta “autenticidad”, siendo lo más lógico que un pueblo
alemán de la Segunda Guerra Mundial hable la gente, los profesores,
los soldados o los libros que existen, en alemán. Incluso en la
versión original hay muchos personajes que en su inglés usan cierto
acento alemán. Y esas medias tintas hacen más mal que bien al
proyecto.
Y,
desde luego, no podía dejar de comentar el “emotivo” final,
donde las costuras del guionista quedan al descubierto y la ridícula
presentación “para todos los público” hace su gran acto final
en unos nulos efectos de maquillaje que hacen pensar que jugando al
fútbol te puedes hacer más daño físico que si te cae una bomba
encima.
Detalles
y más detalles que convierten esta adaptación literaria en una
versión 'kitsch' de películas sobre la Alemania nazi protagonizadas por
niños, una película poco atractiva que sólo recomendaría a los de
lágrima fácil o se conformen con poco.
5/10
Una crítica demoledora. Yo no he visto la película, pero si leí el libro hace unos años. Recuerdo que el libro lo devoré porque es una lectura de estilo sencillo, quizá más destinada al público juvenil. También un aspecto que me atrajo fue la narradora, la muerte, porque me recordaba al ambiente de las historias de Saramago (uno de los libros que leí de Saramago es Las intermitencias de la muerte que tiene a la muerte de prota). La lectura de La ladrona de libros estuvo bien, pero es un libro que con el tiempo me ha ido desencantando porque he leído muchos y mejores libros sobre la II Guerra Mundial de fondo (hablo sobre todo de lecturas acerca de testimonios auténticos, como Imre Kertesz y su Sin destino). No recuerdo tampoco muchos detalles pero por lo que he visto en la crítica, la película varía algunas cosas o suceden algunos “milagros” que en el libro no se perciben igual. Con el boom de la película y demás, no es un libro que recomiende especialmente.
ResponderEliminarNinguno de nosotros dos hemos leído la novela y, después de la película, no nos han quedado muchas ganas (y si encima no la recomiendas...). Sabiendo que era un éxito de público, suponía lo de la lectura sencilla y amena, que no tiene por qué ser un aspecto negativo pero cuando se aprovecha de ello para jugar vilmente con las emociones, es un uso cuestionable. En la película es lo que pretenden: hacer llorar al espectador de cualquier manera. La parte final es demasiado blandengue, de cara a que todo el mundo salga emocionadísimo del visionado. Y el problema es que se pasan de rosca.
EliminarMás de un año despues... Por fin la vi y no me desagradó tanto, la verdad. Será que es perfecta para una tarde de domingo en casa. Eso sí, la vi sin expectativa alguna, simplemente por curiosidad. Creo que algunoas personajes/actores y elementos del paisaje ayudan a hcerla entretenida. Tampoco la veo que se exceda en drama, aunque la narradora sea la muerte, quizá es que yo no soy de lágrima fácil.
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