viernes, 10 de enero de 2014

La ladrona de libros. Gato con guantes, no caza ratones.


 
Título original:
The book thief
Año:
2013
Duración:
131 min
País:
Co-producción EE.UU / Alemania
Director:
Brian Percival
Reparto:
Sophie Nélisse, Geoffrey Rush, Emily Watson, Nico Liersch, Ben Schnetzer, Sandra Nedeleff, Hildegard Schroedter, Gotthard Lange
Distribuidora:
Hispano Foxfilm


Si a finales de 2013 nos llegaba la adaptación del best-seller de Noah Gordon, El médico, ahora nos llega la que, podría decirse, es la primera gran adaptación de un best-seller de este año.
La novela de Marcus Zusak ha vendido más de seis millones de ejemplares en todo el mundo y ha figurado en la lista de superventas del New York Times durante casi siete años fomentando su traducción a más de 30 idiomas. Además, La ladrona de libros ha ganado más de una docena de premios literarios, ha sido el libro más vendido en Amazon.com y ha sido reconocido como mejor libro del año en numerosas listas.
Con todos estos datos, Hollywood no podía dejarla escapar y enseguida los productores pusieron en marcha su traslación a la gran pantalla.

La ladrona de libros cuenta, ambientada en un pueblo de la Alemania de la Segunda Guerra Mundial, la historia de Liesel Memimger, una joven de unos trece años que recientemente ha perdido a su hermano y su madre debe darla en adopción a una familia de acogida. Allí aprenderá a leer y descubrirá en las palabras la forma de afrontar los duros tiempos que le ha tocado vivir, junto a sus nuevos padres y su reciente amigo Rudy, aunque las cosas se complicarán cuando Hans y Rosa (sus nuevos padres) refugien a Max, un judío.


La dirección corre a cargo de Brian Percival, conocido sobre todo por su trabajo (galardonado en los BAFTA) en la serie Downton Abbey, que aquí opta por plasmar una adaptación correcta y cumplidora, dirigida sobre todo al gran público y con la intención de emocionar al respetable, en la línea de El niño del pijama de rayas, otra adaptación de un best-seller.
Quizás es esta decisión de un estilo tan convencional, quizás demasiado, donde no se demuestran riesgos en la dirección y se nota el enfoque para agradar “a cuanta más gente mejor” lo que creará gran parte del rechazo entre el público más cinéfilo, que a su vez será lo que haga que oigas el típico comentario de tu vecina o madre sobre lo bonita y bella que es y hará que sea un éxito de taquilla. O al menos esto último pensarían los productores de la película, pero, de momento, de los treinta y cinco millones de dólares que ha costado el proyecto, en EE.UU sólo ha recaudado unos diecinueve, así que todo apunta a que ganará dinero pero lo de “éxito” le quedará bastante grande.

La película juega todo el rato a dos bazas, la del tono infantil y la de emocionar a toda costa. El tono infantil viene apoyado sobre todo por su visión naif que hace imposible tomársela muy en serio y el protagonismo de Liesel, una especie de Ana Frank desdramatizada. Lo bueno es que Sophie Nélisse aporta ingenuidad, belleza y naturalidad a su personaje, que apoyada por las caras conocidas como Geoffrey Rush y Emily Watson (que vuelven a coincidir en pantalla tras Llámame Peter) cumplen con la parte interpretativa, a pesar de que sus personajes no evolucionen demasiado y no escapen a un perfilado estándar por parte del guionista.
La joven canadiense Nélisse, de trece años, hermana de Isabelle Nélisse (la más pequeña de las niñas de Mamá, de Muschietti) ya la pudimos ver en Profesor Lazhar, y, de querer seguir una carrera en el mundo del cine, es muy probable que acabe destacando, como ya ha ocurrido muchas veces con otras jóvenes promesas.
Esto, junto a su mensaje del poder de la palabra y el siempre cumplidor John Williams con una partitura acomodada pero bella como suele tenernos acostumbrados y que ha conseguido una nominación a los Globos de Oro, podría decirse que serían las mejores cualidades de la película.


Mirando a la otra cara de la moneda jugada, esa búsqueda incesante de emocionar hace que se sucedan ciertas situaciones forzadas donde se “engaña” al espectador haciendo creer que sucederá una situación dramática que luego no llegará. Esta práctica molesta, a veces incluso cae en escenas un tanto ridículas y carentes de cierta lógica, como cuando acude el personaje de Rosa al colegio a dar una noticia a Liesel. Además, seguramente empujada por su afán de llegar a cuanto más público mejor, la película se ha rodado en inglés en su mayoría, salvo ciertos discursos, pero a su vez, los personajes meten ciertas palabras alemanas entre los diálogos (Ja, Nein, Dummkopf, Saumensch/Saukerl), desorientando al espectador y estéticamente poco armonioso auditivamente. Se ha querido escapar de una película subtitulada por completo (todos conocemos la reticencia de los americanos a leer en el cine...) pero no se ha querido renunciar a cierta “autenticidad”, siendo lo más lógico que un pueblo alemán de la Segunda Guerra Mundial hable la gente, los profesores, los soldados o los libros que existen, en alemán. Incluso en la versión original hay muchos personajes que en su inglés usan cierto acento alemán. Y esas medias tintas hacen más mal que bien al proyecto.

La utilización de La Muerte como personaje-narrador, no sé como estará resuelta en el libro, pero en la película no juega realmente un papel significativo, más allá de lo curioso, además de intercambiar el rol con Liesel cuando a la película le conviene.
Y, desde luego, no podía dejar de comentar el “emotivo” final, donde las costuras del guionista quedan al descubierto y la ridícula presentación “para todos los público” hace su gran acto final en unos nulos efectos de maquillaje que hacen pensar que jugando al fútbol te puedes hacer más daño físico que si te cae una bomba encima.

Detalles y más detalles que convierten esta adaptación literaria en una versión 'kitsch' de películas sobre la Alemania nazi protagonizadas por niños, una película poco atractiva que sólo recomendaría a los de lágrima fácil o se conformen con poco.

5/10

3 comentarios:

  1. Una crítica demoledora. Yo no he visto la película, pero si leí el libro hace unos años. Recuerdo que el libro lo devoré porque es una lectura de estilo sencillo, quizá más destinada al público juvenil. También un aspecto que me atrajo fue la narradora, la muerte, porque me recordaba al ambiente de las historias de Saramago (uno de los libros que leí de Saramago es Las intermitencias de la muerte que tiene a la muerte de prota). La lectura de La ladrona de libros estuvo bien, pero es un libro que con el tiempo me ha ido desencantando porque he leído muchos y mejores libros sobre la II Guerra Mundial de fondo (hablo sobre todo de lecturas acerca de testimonios auténticos, como Imre Kertesz y su Sin destino). No recuerdo tampoco muchos detalles pero por lo que he visto en la crítica, la película varía algunas cosas o suceden algunos “milagros” que en el libro no se perciben igual. Con el boom de la película y demás, no es un libro que recomiende especialmente.

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    1. Ninguno de nosotros dos hemos leído la novela y, después de la película, no nos han quedado muchas ganas (y si encima no la recomiendas...). Sabiendo que era un éxito de público, suponía lo de la lectura sencilla y amena, que no tiene por qué ser un aspecto negativo pero cuando se aprovecha de ello para jugar vilmente con las emociones, es un uso cuestionable. En la película es lo que pretenden: hacer llorar al espectador de cualquier manera. La parte final es demasiado blandengue, de cara a que todo el mundo salga emocionadísimo del visionado. Y el problema es que se pasan de rosca.

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  2. Más de un año despues... Por fin la vi y no me desagradó tanto, la verdad. Será que es perfecta para una tarde de domingo en casa. Eso sí, la vi sin expectativa alguna, simplemente por curiosidad. Creo que algunoas personajes/actores y elementos del paisaje ayudan a hcerla entretenida. Tampoco la veo que se exceda en drama, aunque la narradora sea la muerte, quizá es que yo no soy de lágrima fácil.

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