Si
eres un apasionado de las sagas de terror, estás de enhorabuena.
Podrás empezar el año disfrutando de la quinta entrega de la
inagotable (al menos mientras siga dando beneficios) franquicia
Paranormal Activity. El
israelí Oren Peli fue el ideador de esta rentable saga caracterizada
por grabarse cámara en mano, como si fuese un falso documental, que
comenzó en 2007. Esta última entrega no es una secuela directa de
los acontecimientos narrados en las cuatro anteriores. Más bien se
trata de un spin off
-latino- que retoma al demonio de las otras entregas y continúa con
el espíritu de found footage.
En
Paranormal Activity: Los señalados el
protagonista es Jesse (Andrew Jacobs) quien junto a sus dos mejores
amigos investigará los sucesos acontecidos en el apartamento de
abajo al suyo. Su vecina muere repentinamente y ven salir del piso a
un compañero de clase que muestra síntomas de estar como ido (más
tarde se sabrá que está relacionado con los sucesos que
atormentarán a Jesse). En el piso, los chicos descubren elementos
relacionados con la magia negra lo cual confirma las sospechas de que
su vecina era una “bruja”. Con el tiempo, a Jesse le aparece una
especie de mordisco en su brazo y comienza a notar fenómenos
paranormales a su alrededor. Sus seres queridos tratarán de ayudarle
ante el temor, la confusión y el estupor de la situación y, poco a
poco, descubriremos que Jesse estaba marcado desde su nacimiento.
Estamos
ante la típica historia de entes sobrenaturales acechando a unos
jóvenes quienes buscan saber el origen del mal. En ese sentido,
Paranormal Activity: Los señalados no innova ni ofrece nada
nuevo más allá de un entretenimiento efímero con sustos facilones,
sobre todo acentuados en su parte final, que más que infundir terror
provocarán risas entre el respetable. Además, el hecho de seguir
explotando el rodaje en cámara en mano, como forma barata y rápida
de hacer cine rentable, resulta cansino. La fórmula está ya más
que agotada y el espectador empieza a estar harto de esos movimientos
nerviosos de la cámara o de las motivaciones cogidas con pinzas para
justificar el porqué de grabarse a sí mismos todo el rato. Por otro
lado, se cae en lugares comunes en las localizaciones de la historia.
La casa de la vecina – bruja es espeluznante, oscura y sucia, con
sótano incluido lo cual favorece la inclusión de clichés del
género.
A
su favor, la quinta entrega tiene su escasa duración por lo que en
todo momento se va al grano y hay pocas escenas superfluas. Por
supuesto, hay lugar para jugar a las referencias cinéfilas internas
dentro de la franquicia y así, el final de ésta, nos muestra
directamente conexiones con la primera entrega. También debido a que
Christopher Landon, el director de Paranormal Activity: Los
señalados, ha guionizado casi todas las secuelas, encontramos
hechos que remiten a la tercera parte como esas cintas de video. No
nos olvidamos de resaltar nuestra escena favorita de toda la
película, entre hilarante y bizarra: cuando los tres chicos se
sientan a la mesa a “jugar” con el Simon y éste actúa como una
inesperada ouija. Cómicamente ridícula, pero nos encanta.
4/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario