lunes, 20 de enero de 2014

Nymphomaniac Vol. I y II. Fragmentos de una vida masoquista.


Título original:
Nymph()maniac Vol. I & II
Año:
2013
Duración:
240 min
País:
Dinamarca / Alemania / Francia / Bélgica / Reino Unido
Director:
Lars Von trier
Reparto:
Charlotte Gainsbourg, Stellan Skarsgård, Stacy Martin, Shia LaBeouf, Connie Nielsen, Christian Slater, Jamie Bell, Uma Thurman, Willem Dafoe, Mia Goth, Ananya Berg
Distribuidora:
Golem

Toda historia tiene un principio, y el de Nymphomaniac hay que buscarlo en Cannes 2011. Sí, la famosa rueda de prensa polémica donde Lars Von Trier fue declarado persona non grata por sus comentarios sobre el nazismo.
Allí también comentó ya su idea de hacer “un film porno con Charlotte Gainsbourg”. Entonces no se tomaron muy en serio, y en parte estaba de coña el bueno de Lars (la película trasciende mucho más allá de la idea del porno), pero el proyecto ya estaba en su mente.
Lars siempre ha siempre ha sido una persona un tanto excéntrica, bien por sus películas como por sus comentarios, aunque él alega que los interlocutores le malinterpretan (cosa que no dudo, tampoco). El caso es que Nymphomaniac salió adelante, un curioso proyecto donde se intenta, tras la visión y vida de una mujer autodiagnosticada como ninfómana, resumir la existencia humana mediante sus actos sexuales, con una pretendida duración de unas cinco horas.
Al final tuvieron que ser cuatro y dividida en dos partes, al menos en las salas comerciales, pues parece ser que en el 64º festival de Berlín sí se proyectará la versión íntegra de las cinco horas.


Y, la verdad, esta división en dos partes, las cuales se han estrenado en España el 25 de diciembre de 2013 (Vol. 1) y el 24 de enero (Vol. 2), afecta negativamente a la narrativa y comprensión de la película, ya que no está concebida como una secuela, sino que es como dejar a medias una película y retomarla al mes siguiente (y además pagando dos veces por ella). Ojalá en su comercialización en dvd/blu-ray no hagan lo mismo y se dignen a ofrecer las dos en conjunto, como se merece. Es por esto que me negué a hablar de Nymphomaniac Vol.1 y decidí no hacer crítica alguna hasta tener todas las piezas del puzzle y que aquí intentaré dar una visión en conjunto de la obra que nunca debió partirse.

La película consta de ocho capítulos: 1. La perfecta pescadora de caña, 2. Jérôme, 3. La Sra. H, 4. Delirio, 5. La escuela del pequeño órgano, 6. La iglesia oriental y la iglesia occidental, 7. El espejo y 8. La pistola.
No es la primera vez que Von Trier divide la narración en varios episodios, de hecho es bastante dado a ello.
Como si del cuento de Las mil y una noches fuese, Joe va relatando y enlazando un capítulo con otro como si fueran muñecas rusas, pasando por su infancia, juventud y madurez, mientras Seligman, un hombre que la ha recogido del callejón donde se encontraba malherida, la escuchará como sujeto imparcial e intentará darle una visión alternativa a los diferentes relatos, aportando muchas veces sus grandes conocimientos culturales. Muchas veces puede parecer que con estas aportaciones Von Trier sólo quiere tirarse el pisto y demostrar lo culto que es, que en parte es así, como dijo en una entrevista “Quiero poder meter en ellas [sus películas] todo lo que se me ocurra, sea necesario para la historia o no”, pero que si se razona un poco antes de exaltarse, se pueden observar ciertos paralelismos de estos apuntes con la historia de Joe, lo que crearían una nueva visión de la historia general, la película.


Todas estas “enseñanzas” hacen que el sexo quede relegado a un papel secundario, a pesar de su gran presencia en la película. De hecho, es a partir de la mitad de la película más o menos cuando deja de tener tanto protagonismo y se empieza a vislumbrar el sentido general de la obra. Una visión pesimista, como no podía ser de otro modo en Lars, pero que dará un puñetazo en la boca a todos los que siempre le han tachado de misógino. En verdad, dentro de su misantropía, siente una mayor empatía por el género femenino que por el masculino y aquí queda demostrado. Un canto a la individualidad, al ser uno mismo más allá de las convenciones morales de una sociedad arcaica, eso es Nymphomaniac. Pero siempre se quedará con la etiqueta de “la película porno de Lars Von Trier”, y eso lo sabe el provocador de Lars, lo que no hace más que ratificar el mensaje de su película. De hecho, el danés seguramente sea el único capaz de permitirse tildar la pedofilia como una parafilia involuntaria, similar a la ninfomanía (que supone una cruz para el que la padece, como alguien a quien hay que compadecer más que señalar con el dedo), y salir airoso del paso. Una película bastante atrevida en sus planteamientos y a la que hay que aplaudir por ello.

Pero no sólo de estas enseñanzas vive Nymphomaniac, sino que todo un reparto plagado de estrellas lo dan todo en la película.
Empezando por la joven debutante Stacy Martin, una joven modelo parisina de 22 años que Lars fichó por su parecido con Jane Birkin, madre de Charlotte Gainsbourg (ya que Stacy hace el mismo personaje que Charlotte pero de joven). La joven Stacy aporta sensualidad y viveza a esa primera etapa, la del descubrimiento del placer oculto. Una carta de presentación que dará qué hablar, sin duda.
Gainsbourg siempre está genial, y aquí no es la excepción. Esta es su tercera colaboración con Von Trier, que, curiosamente, empezó con Anticristo, otra película con escenas sexuales explícitas. Ella misma se encargó de apoyar el film tras la negación de Lars a conceder más entrevistas, y confirmó que la mayoría de lo que se ve en la película es falso. Dobles de cuerpo, prótesis de vaginas, felaciones falsas... Lo que supondrá una decepción para más de uno.
En papeles más breves pero igualmente destacados incluiría a Uma Thurman como la señora H, uno de esos huevos que hay que romper para hacer las tortillas, que diría Joe, y Jamie Bell, alejado ya de su Billy Elliot, encarnando a K, que instruye a Joe en el arte del sadomasoquismo.
Para completar el reparto, grandes actores y actrices como Stellan Skarsgård, Shia Labeouf, Christian Slater, Willem Dafoe, Connie Nielsen o Udo Kier.


Y sólo Von Trier, una vez más, podría compaginar en una banda sonora a Rammstein, Bach o la propia Charlotte Gainsbourg sin que desentone en el conjunto, un relato cínico de la existencia humana que se permite sutiles toques de humor, donde, quien lo iba a decir, un ménage à trois entre dos negros y una blanca puede ser una pura escena cómica, el amor un conjunto de deseo y celos y la vida una masoquista donde dolor y placer deben coexistir prácticamente a partes iguales.
Bienvenidos a la mente de Lars Von Trier. Una experiencia más satisfactoria de lo que puede parecer en un principio, se lo aseguro.

7,5/10

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