Título original:
Ignasi M.
Año:
2013
Duración:
87 min
País:
España
Director:
Ventura Pons
Reparto:
Ignasi Millet, Documental
Distribuidora:
Alfa Pictures
Corren
tiempos difíciles, eso es algo innegable. Y que para unos va peor
que para otros, también es cierto. Y es que, mirando la vida de
Ignasi Millet, casi que nuestros posibles males parecen empequeñecer.
Ignasi
es un reputado museólogo, pero a pesar de su prestigio y debido a la
crisis su empresa de conservación y restauración quebró. Hipotecó
su casa para salvarla, sin éxito, y ahora está a punto de perderla.
Es gay seropositivo y acude a ensayos clínicos. Su padre, interno en
una residencia, ha intentado suicidarse. Su ex mujer se mueve en
silla de ruedas y ha descubierto su lesbianismo. Tiene dos hijos, uno
de ellos trabaja en Londres y el otro se ha convertido al
evangelismo... Circunstancias que rodean la vida de Ignasi, pero que,
lejos de dejarle cabizbajo, lo afronta con humor y su entusiasmo
característico.
Lejos
del dramatismo que hubieran presentado las películas, por ejemplo,
del neorrealismo italiano, Ventura Pons apuesta por lanzar un mensaje
positivo en réplica a la situación que nos rodea, lo que confiere
al proyecto mayor interés y valentía.
Para
la que supone su film número veinticinco, el realizador catalán ha
optado por volver al documental, siendo este su tercero. Tras su
debut en 1977 (aunque la censura hizo que se estrenase un año
después) con Ocaña,
retrat intermitent, sobre
la vida del pintor homosexual y anarquista José Pérez Ocaña,
personaje un tanto polémico y de gran importancia en la transición
española, el cual
le
llevó a la sección oficial de Cannes, que luego se ha seguido
proyectando en múltiples festivales y muestras de cine. En 2002,
estrenó El
Gran Gato,
con el que volvía al género documental, hablando de la figura de
Gato Pérez, músico argentino afincando en Barcelona que renovó la
rumba catalana.
Y
después de estos dos retratos de personajes con una actitud valiente
y vitalistas, continúa con Ignasi M.
Amigo
desde hace casi treinta años de Ventura Pons, Ignasi comparte su
vida con nosotros, nos muestra las innumerables pastillas que debe
tomarse como quien nos enseña fotos en un álbum, y a través de sus
conversaciones con familiares y amigos, vamos conociéndole poco a
poco y vemos que, para él, no existe el miedo ni los tapujos. Y es
precisamente esa fuerza de voluntad, ese positivismo y alegría
constante el mensaje central que busca el director. Olvídense de si
es independentista o gay, ya que esto no tiene nada que ver con el
mensaje, solo forma parte de Ignasi. Hay que ir al encuentro de la
película con una visión amplia, la mente abierta para ver más
allá de la superficie.
Con
un estilo vivaz, parejo a nuestro protagonista, Pons se suma desde la
dirección a fomentar el humor y la esperanza como forma de combatir
los infortunios y las adversidades de la vida. Financiada por su
propia productora, Els
films de la Rambla,
supone un pequeño proyecto, sencillo, pero de gran carácter y de
importante mensaje, sobre todo en los tiempos que corren.
No
podemos elegir lo que nos ocurre en la vida, pero sí el cómo
afrontarlo y, como dice Ignasi, cuanto más mayor te haces y menos
tiempo te queda, más vital se te hace la necesidad de disfrutar del
tiempo y la vida. Y en nosotros mismos, en nuestra actitud ante ella,
es donde empieza todo.
Así
que si dejamos los prejuicios a un lado y nos centramos en lo vital,
el mensaje del autor y el desparpajo de Ignasi, podemos encontrar
toda una lección moral más contundente y, sobre todo, mucho más
divertida que cualquier libro de autoayuda.
7/10
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