El episodio de esta semana de Modern Family va sobre secretos. Secretos inconfesables, algunos, y otros más incómodos que otra cosa. Puedes leer el recap del capítulo anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
Cupcakes
El episodio empieza con los Dunphy, y con Phil, que se da cuenta de que ahora sus hijos prefieren a su madre, aunque esté más ocupada que él. Con tal de volver a ganarse su cariño, el padre decide que él se hará cargo de algunas tareas de su familia, como comprar un regalo para una amiga de Alex, comprar un vestido para Haley o preparar unos cupcakes para una fiesta de Luke.
Cupcakes
El episodio empieza con los Dunphy, y con Phil, que se da cuenta de que ahora sus hijos prefieren a su madre, aunque esté más ocupada que él. Con tal de volver a ganarse su cariño, el padre decide que él se hará cargo de algunas tareas de su familia, como comprar un regalo para una amiga de Alex, comprar un vestido para Haley o preparar unos cupcakes para una fiesta de Luke.
La eficiencia de Claire parece algo con lo que Phil no puede luchar, que se las ve y se las desea para hacer todos esos encargos mientras enseña una de las casas que tiene a la venta: incluso pone a los posibles compradores a hacer los cupcakes por él. La verdad es bien distinta, y es que si Claire puede con todo es porque echa mano de un asistente, Ben (Joe Mande).
Phil termina cronometrando todo lo que supuestamente hizo su mujer durante el día y se da cuenta de que es imposible. Aunque va a reprochárselo enseguida, escucha a Claire hablando con Ben y confesándole que no quiere perderse momentos con su familia y dejará de pedirle ese tipo de tareas a él. Phil no dice nada, pero Claire se da cuenta de que lo sabe y que está ahí para apoyarle.
Pritchetts
En casa de los Pritchett las cosas tampoco se cuentan. Joe se ha pasado toda la noche llorando y sus padres no han conseguido dormir nada; cuando el pequeño se queda dormido en el coche Gloria decide dejarle ahí, aunque tendrá que hacer lo posible para que Jay no se entere, pues es algo que le enfada bastante.
Jay también tiene que ocultar cosas a su mujer: está tan cansado que no puede siquiera ir a comprar comida para su perro Stella, así que decide darle parte de la comida colombiana que prepara Gloria, algo que la hace enloquecer por el trabajo que lleva hacerla. También tenemos a Manny y Luke, que han cogido prestado el portátil de la madre del primero con la mala fortuna de que se ha quedado congelado en cierto vídeo… poco sutil.
Intentando que el otro no descubra la verdad, Jay y Gloria terminan dormidos, y Manny y Luke conducen hasta un servicio de reparación de ordenadores con Joe detrás, sin darse cuenta. Allí descubren que trabaja la antigua canguro de Luke, así que acaban recurriendo a su hermana Alex para solucionar su pequeño problema. Antes, sin embargo, se encuentran todos en el hall de la casa y deciden no hacer preguntas; ni por qué Jay no puede salir y ver el coche, o Gloria coger su portátil, o Luke abrir un armario a Stella. El momentazo del episodio, sin duda.
Bailando
Otro divertido momentos es cuando Cam y Mitchell, que llegan al convite de una boda, se dan cuenta de que están situados totalmente apartados, con desconocidos, al final de la sala. No entienden el por qué parece que no les quieren cerca, aunque la boda no es muy del agrado del propio organizador, Pepper (Nathan Lane), al que siempre es un placer ver en escena. Pepper incluso les confiesa que tiene dos bodas más de conocidos, y ni Cam ni Mitchell parecen estar invitados.
Al final descubrimos lo que pasa: ni Cam es demasiado entusiasta con sus emociones, ni Mitchell asusta a las nuevas parejas por llevar divorcios. La realidad es que era Lily la que, cuando llegaba una invitación a casa, se deshacía de ella, avergonzada por la manera tan peculiar que tienen sus padres de bailar. Una coreografía que haría sonrojar a los Locomía perfectamente.
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