Batman v Superman: Dawn of Justice
Año:
2016
Fecha de estreno:
23 de Marzo de 2016
Duración:
151 min
País:
Estados Unidos
Director:
Zack Snyder
Reparto:
Ben Affleck, Amy Adams, Jesse Eisenberg, Henry Cavill, Scoot McNairy, Gal Gadot, Holly Hunter, Jeremy Irons, Laurence Fishburne
Distribuidora:
Warner Bros.
Batman v Superman comienza con un
prólogo previsible y exento de cualquier propósito de innovación y finaliza con
un desenlace tramposo, que sintetiza correctamente el espíritu de la
producción. Si algo están logrando las películas de superhéroes como esta, conglomerados
de personajes con escaso criterio narrativo, es que el cine se construya en
mayor proporción en la fase de montaje y no en la de guión. En vez de
estructurar un relato concreto y proceder a su grabación, en filmes como este y Vengadores: La era de Ultrón se filman tramas de infinitos personajes como si
no hubiera mañana y la película se descubre en la postproducción, donde parte
de los excedentes quedan fuera y muchos otros permanecen en un resultado final
sin fundamento propio, con una serie de tejidos hilvanados entre sí a la
fuerza. Pero la mayor parte de la gente no se fija en ese descarado hilo, sino
en las explosiones y persecuciones y un par de nombres destacados del
imaginario popular, como son Batman y Superman.
Esa benevolencia por parte del
público no significa que haya que exigir menos a estas películas, ya que todo
entretenimiento de este tipo puede aspirar a tener un carácter cultural o una
ambición de trascender más allá de los caducos artificios que dentro de un par
de décadas se verán como arcaicos. Trascendencia que Zack Snyder no busca en
ningún instante, por lo que si el director no siente la necesidad de que su
obra perdure, nosotros tampoco podemos recriminársela. Pero teniendo en cuenta
el impacto potencial de la película, la mayor decepción es que se quede en un
mero entretenimiento que semanas más tarde será olvidado por otra película
similar, y así se seguirán sucediendo los eslabones hasta que cambie la
tendencia y se consiga satisfacer al público sin renunciar a tener un calado
real en nuestra memoria.
El principal atractivo de la cinta
era ver a los dos grandes héroes de DC enfrentados. Conflicto forzado a más no
poder para dar el pistoletazo de arranque a un universo cinematográfico que se
ha tropezado en sus dos primeros pasos. Pero con poner dos míticos nombres en
el título ya se atrae al público de forma masiva, aunque el contenido no esté a
la altura de las leyendas que lo envuelven. Como era previsible, el cara a cara
entre ambos no es realmente el centro de la película, si es que tiene algo
sobre lo que sostenerse, sino que hay un mal mayor. Algo obvio teniendo en
cuenta los personajes confirmados, pero no luciría tanto el título Batman v Superman (v Lex Luthor (v Doomsday)).
Precisamente ese villano encubierto es el personaje clave de la película, uno
de los pocos que realmente son útiles a la hora de que la narración avance, ya
que los dos héroes titulares están ensimismados en sus riñas personales. La
interpretación de Jesse Eisenberg como Luthor es fácilmente despreciable, lo
cual no es algo necesariamente negativo, ya que conocemos a un ambicioso
antagonista que no esconde su pasado y que gracias a su carácter maniático y
algo repulsivo nos genera rechazo y cercanía al mismo tiempo. Además de
empatizar con él como público ya que es el responsable de que el sin sentido de
la lucha entre Batman y Superman no ocupe todo el tiempo en pantalla.
En cuanto a la imagen ofrecida de estos
dos héroes, el resultado también es bastante previsible, sobre todo después de haber
visto la inocua e insípida El hombre de
acero. Superman vuelve a ser un superhombre desdibujado, sometido a un
enfoque que no le hace ningún favor. Las escenas con su familia son totalmente
prescindibles, al igual que prácticamente toda su reducida aportación a la
trama principal, siendo la Lois Lane de Amy Adams más vital para el desarrollo
de la historia que él mismo. Lo cual dice muy poco del tratamiento de uno de
los supuestos protagonistas de la película, aunque sí que habría sido
interesante profundizar en su conflicto interno a la hora de aceptar ser
convertido en una deidad o un potencial demonio por sus vecinos terrícolas.
Mostrar las consecuencias de los actos de Superman es un acierto de los
guionistas, ya que pone sus pies en el suelo y hace más creíble un
enfrentamiento con Batman, un humano que no puede ni derrumbar un edificio con
un puñetazo, ni disparar láseres con los ojos, ni básicamente presumir de los
atributos de su enemigo-mejor amigo de toda la vida Clark Kent. Pero al mismo
tiempo despoja a Superman de cualquier interés al no prestarle atención, aunque
con El hombre de acero ya nos
demostraron que no saben atender a Superman, así que casi mejor que le hayan
dejado de lado. Lo cual favorece al Batman de Ben Affleck, presentado de manera
burda y envuelto en ensoñaciones que poco aportan a la película, pero que es un
digno sucesor del traje. La venganza que tanto ansía Bruce Wayne se convierte
en cansina, sobre todo porque parece que quiere resolver la injusticia sucedida
en su infancia y que poco nos importa ya, y se resuelve de una manera
irrisoria, haciendo alarde de algo que falla inevitablemente a lo largo de toda la película: el
montaje.
El caos narrativo cristaliza con un
montaje confuso en el que saltamos por tantas localizaciones que al final no
sabemos si estamos en Gotham o en el Sahara, con una cantidad de personajes en
diferentes subtramas que abruma, y un énfasis en lo obvio que saca de la
película. Como sucede en la escena del juicio, en la que se asume que el
público será demasiado estúpido como para entender algo que se nos remarca una
decena de veces. Maldito tarro. Pero en cualquier caso, el desconfigurado
montaje no hace más que demostrar que el desarrollo de Batman v Superman se ha nublado con los millones de dólares de
presupuesto y su tendencia descaradamente megalómana. Resultando como
consecuencia una producción que parece un anuncio eterno de La liga de la justicia, que introduce a
personajes como Wonder Woman, Aquaman o Flash de manera totalmente aleatoria, y
mostrando una mayor preocupación por construir un universo gigantesco que por
la calidad de las partes que lo componen. Este no ha sido el esperado big bang
para ese cosmos de DC, que sigue sin tener una base sólida y al que no se puede
augurar un futuro demasiado esperanzador en términos puramente cinematográficos.
Aunque sea lo económico lo que parezca dictar sentencia.
4/10
Al parecer la persona que escribió la critica tiene gusto únicamente por el cine arte, una persona aburrida.
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