Título original:
Death Note
Año:
2017
Fecha de estreno:
25 de Agosto de 2017
Duración:
101 min
País:
Estados Unidos
Director:
Adam Wingard
Reparto:
Nat Wolff, Keith Stanfield, Margaret Qualley, Shea Whigham, Willem Dafoe,Jason Liles, Paul Nakauchi, Jack Ettlinger, Michael Shamus Wile
Distribuidora:
Netflix
Pensar en Wingard
hace unos años era pensar en uno de los más prometedores directores del género fantástico
que habían salido de las filas de los cineastas independientes norteamericanos.
Pensar hoy en él significa pensar en un director bastardeado por crítica y
público, en una promesa hecha humo. ¿Qué hubo en el medio? La industria puso su
ficha en él a tal punto que, en poco tiempo, tuvo la posibilidad de dirigir el
piloto de la serie Outcast y exhibirlo en el cine, dirigir la secuela de una
obra de culto como lo era Blair Witch Project y, finalmente, hacerse cargo de
la primera adaptación que el cine norteamericano hacía del anime Death Note.
Todo un desafío ya que no sólo significaba ponerlo por primera vez como el
centro de toda la atención, sino enfrentarlo a dos fandoms difíciles de
conformar: por un lado se enfrentaba al culto alrededor de una película que
tenía menos de cine que de publicidad, y por otro al siempre complicado
seguidor del manga y el anime. Los resultados fueron desastrosos y, aunque
todavía no sabemos que rédito le dará a Netflix la adaptación del anime, intuimos
que podemos irnos despidiendo de futuros proyectos “importantes” en manos de
Wingard. Y es una lástima, porque en Blair Witch el director había logrado, a
partir de un formato tan peleado con el cine como lo es el found footage,
notables hallazgos de puesta en escena que la convertían en uno de los mejores
exponentes del sub-género. En la excelente Death Note, Wingard dio un paso
adelante en su cine y decidió volar por los aires todas las convenciones del
blockbuster como lo conocemos, desafiando a un público difícil y demostrando,
si alguna duda cabe, que el cine comercial tiene sus autores, aunque el sistema
se empeñe en devorarlos. La exploración artística del director trae una
saludable brisa de aire fresco al catálogo de originales de Netflix, aunque
resulta también el suicidio comercial de un autor que no podía vivir por mucho
dentro de los corsés de un mundo tan peleado con la creatividad.