A Ghost Story
Año:
2017
Fecha de estreno:
03 de Noviembre de 2017
Duración:
87 min
País:
Estados Unidos
Director:
David Lowery
Reparto:
Rooney Mara, Casey Affleck, Rob Zabrecky, Will Oldham, Liz Franke, Sonia Acevedo
Universal
¿Qué nos imaginamos cuando pensamos en un fantasma?. ¿Qué forma adopta lo sobrenatural?. La sofisticación del concepto a lo largo de la historia de la literatura y el cine hace que a día de hoy podamos concebir al fantasma con diversos envoltorios posibles que van desde lo más mundano, como una figura humana, hasta imágenes monstruosas, pasando por ser únicamente una fuerza o energía invisible de origen desconocido e inexplicable. Pero, ¿dónde queda en nuestros días la figura del fantasma arquetípico por excelencia?, ¿el de la sábana blanca y agujeros para los ojos?. El director David Lowery consigue con “A Ghost Story” bucear en el imaginario colectivo y recuperar a ese fantasma clásico, tan aparentemente poco llamativo para el cine actual, concediéndole además entidad y respeto.
“A
Ghost Story” es una cinta que pudimos disfrutar en el reciente Festival de
Sitges ’17 y que ahora llega también a nuestras salas. El film tiene una puesta en escena sencilla y
estética indie (no sin motivo su presentación fue en el Festival de Sundance
’17). Sin arrojar demasiada información Lowery nos muestra la historia una
joven pareja, M. y C. (Rooney Mara y Casey Affleck), adaptándose a su recién
estrenada residencia lejos de la ciudad. A partir de ciertos acontecimientos la
película trasciende de la mera historia de ambos para tratar temas como la
soledad, el amor, el dolor por la pérdida, lo sobrenatural, la propia
existencia y el inexorable paso del tiempo tratados con una dimensión que
recuerda al cine de Terrence Malick. Sin a penas diálogos la fuerza del film
reside fundamentalmente en la imagen poderosamente sobria del fantasma y las
motivaciones que le presuponemos pero que en el fondo desconocemos en su
complejidad. Tras el primer impacto visual que nos provoca su aparición y lo
cómico de su apariencia acabamos familiarizándonos con él e intuimos un
propósito en sus acciones con objeto de resolver el misterio que le ha llevado
a permanecer atrapado entre una realidad y otra.
El
film otorga gran importancia a los espacios y los objetos de la casa de la
pareja, los cuales conectan con las emociones y recuerdos de los personajes
protagonistas. La música y en concreto una canción que se repite (interpretada
por el propio Casey Affleck) nos transporta a diferentes niveles sensoriales
según ésta fuese concebida y a posteriori rememorada. También la música, en
esta ocasión alrededor de la figura del compositor Beethoven sirve como telón
de fondo de una de las escenas más memorables del film donde un personaje que
se encuentra en una fiesta, interpretado por cantante folk Will Oldham (más conocido
como Bonnie 'Prince' Billy), realiza una disertación sobre el arte, su
transcendencia y el legado del ser humano. Una declaración de principios que
parece representar lo que quiere explicarnos Lowery con su película.
Escenas
largas y tempo pausado, sobria y sin grandes efectos especiales, la película destaca
sobre todo por su fuerza y poesía visual (obtuvo el premio a Mejor fotografía en
el Festival de Sitges). A tener en cuanta su formato 4:3 con las esquinas
redondeadas que nos recuerda a los álbumes de fotografías antiguas. Un formato
tan atípico como lo es también esta historia de fantasmas.
7/10
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