viernes, 24 de enero de 2014

Nebraska. El McGuffin del millón de dólares.


Título original:
Nebraska
Año:
2013
Duración:
115 min
País:
EE.UU
Director:
Alexander Payne
Reparto:
Bruce Dern, Will Forte, Stacy Keach, Bob Odenkirk, June Squibb, Missy Doty, Kevin Kunkel, Angela McEwan, Melinda Simonsen
Distribuidora:
Vértigo Films


Si todas las esperas recibieran estas recompensas, la gente aprendería a no ser tan impaciente. Y es que el guión de Bob Nelson (quien hace un cameo, por cierto) inspirado en su padre y en sus viviencias, cayó en manos de Alexander Payne cuando iba a rodar Entre copas y hasta ahora no vio la luz.
Poseía todo lo que le gusta a Payne y transmiten sus películas, esa cercanía con los personajes, esa visión medio cómica medio dramática de la vida, la sencillez y naturalidad de sus proyectos. Sin duda, era un guión perfecto para él, tanto que ni tuvo que meter mano, el primero en el que no participa de sus películas y el segundo que no adapta una novela.
Es importante centrarse en el guión en las películas de Payne, sobre todo porque de sus seis películas, incluyendo Nebraska, cuatro han sido nominados al Oscar, dos lo consiguieron (Los descendientes y Entre copas) y Nebraska aún podría conseguirlo, entre otras 5 nominaciones a otros apartados (incluyendo mejor películas). Un pilar fundamental en sus películas, un buen contador de historias. Y es que, por sencillas que las haga, no dejan de ser menos profundas o elaboradas.

Payne, que antes de graduarse en la UCLA como cineasta estudió Historia y Literatura Española en Stanford (lo que le llevó a pasar por la Universidad de Salamanca para reforzar su español), se ha convertido en todo un director de actores. Todos los que han trabajado con él coinciden en que da gusto trabajar con él, les inspira confianza y sabe crear el clima familiar necesario para que los sentimientos que busca en sus personajes fluyan con naturalidad hacia sus películas. El arte de sacar zumo sin necesidad de estrujar las naranjas.
Y los resultados saltan a la vista. No hay más que echar la vista atrás entre sus proyectos para ver que sus personajes SON la historia, desde Jim McAllister y Tracy Flick en Election, Warren Schmidt en A propósito de Schmidt, Miles, Jack y Maya en Entre copas, la familia King en Los descendientes o ahora Woody y David Grant en Nebraska. De hecho, siete actores han sido nominados al Oscar por sus papeles en trabajos de Payne, lo que demuestra cuál es su especialidad.


Nebraska es una road movie que nos lleva desde la vejez a la juventud, un camino que deben compartir un padre alcohólico y su hijo para lograr la comprensión mutua que no han tenido hasta ahora. Un viaje no de descubrimiento personal, sino de conocer a esa figura paterna que tanto ha dejado que desear estos años y entender su vida, ya que sin conocimiento no puede haber entendimiento alguno.
Woody Grant es un viejo desilusionado ya de todo, algo olvidadizo y dado a la bebida desde que volvió de Corea. No ha sido un gran referente para sus hijos y eso lo sabe. Quizás es por eso que cuando le llega una de esas cartas-timo de una empresa de marketing anunciándole “ganador” de un millón de dólares, verá una nueva meta (quizás la última) en su anquilosada vida. Un McGuffin para iniciar esta road movie.

Es tal su empeño en ir a Lincoln, Nebraska, que su hijo David al final acabará accediendo a llevarle, pese a saber que allí no le aguarda ningún premio metálico. Lo ve como la excusa perfecta para compartir ese momento que no ha tenido con su padre desde hace tanto tiempo y que, aunque en su mente una parte le recrimine su alcoholismo y dejadez, la otra le dice que su vida está ligada a él y cada día da un paso más que le lleva al mismo camino que su padre (incluso en el vestuario se puede observar este dato).

Un camino que les lleva a hacer un parón a la ciudad natal de Woody, sacando a relucir viejas amistades y otros buitres al acecho de una parte de esa jugosa recompensa económica que creen le ha tocado al viejo Grant.
Bruce Dern, alejado de su personaje habitual de villano o rebelde, ha encontrado la sensibilidad adecuada para el papel de Woody Grant (que recibió su premio en Cannes). Áspero y huraño, pero a la vez tierno y débil debido a sus años y problemas con la memoria, una mezcla similar al tono de la película, cómica y dramática casi a la par, muy de las películas de Payne y muy natural. Will Forte aporta ese elemento necesario para involucrar de lleno al espectador en la película, con el que se identificará.
June Squibb hace de la mujer de Woody, una mujer directa, sin pelos en la lengua y que pone a todos en su sitio. Su carácter se ha vuelto un tanto mezquino por soportar tantos años el alcoholismo de su marido, pero sabe que ante todo estará su familia y se volcará con ella. Y dentro de los viejos amigos de Woody aparece el personaje de Ed Pegram, viejo socio suyo interpretado por Stacy Keach. Lo curioso es que Ed y Woody hace cuarenta años que no se ven y los propios Bruce y Stacy hacía treinta que tampoco se veían, lo que les aportaba autenticidad a sus personajes. Pegram será uno de esos buitres que intenten sacar tajada del supuesto premio, pero lo hace de una forma que, aunque sea un personaje odioso, tiene su carisma y gracia, como cuando canta In the Guetto en el karaoke.


Un gran elenco actoral plasmado en una buena fotografía en blanco y negro, acorde a ese viaje intimista de sus protagonistas, como si la propia película viajara también en el tiempo a los 50/60, teniendo como referente en su apartado fotográfico a la película de Bogdanovich La última película. Esta fotografía desprovista de colores hace que la visión del espectador no tenga tantas distracciones y se centre más en los personajes y su viaje emocional.
Payne se caracteriza también por elegir minuciosamente los lugares de sus rodajes, y aquí no fue una excepción. Plainview hizo las veces de Hawthorne, el pueblo donde vivió Woody y sucede la mayoría de la acción y con éste ya son cuatro de los seis largometrajes de Payne que rueda en Nebraska, de dodne él es natural.
Y para acompañar magistralmente la fotografía, la banda sonora de Tin Hat Trio, compuesta por su componente Mark Orton, destacando el tema Their pie, con su mezcla de blues y folk, creando climas íntimos y cercanos.

Un gran trabajo hecho con ese mimo hacia la historia y sus personaje, con cuidados detalles y que permite al espectador hacer, desde su butaca y a la vez que Woody y David, su propio viaje emocional, que te deja con un gran pensamiento en mente: recomendarlo encarecidamente al siguiente que se cruce en tu camino.

8/10

1 comentario:

  1. Verdaderamente con la crítica que has hecho de esta película, creo que no hay que perdérsela.

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