jueves, 31 de octubre de 2013

Blackfish. El llanto de las orcas.


 

Gabriela Cowperthwaite (que debutó en el largometraje en 2010 con el documental City Lax: An Urban Lacrosse Story) quedó conmovida con la muerte de Dawn Brancheau, una reconocida entrenadora del parque SeaWorld en Orlando, Florida. Gabriela había asistido muchas veces a SeaWorld y había disfrutado como muchos otros de sus espectáculos marinos, desde niña y ahora como madre que lleva a sus hijos.

Pero este incidente y el misterio que lo rodeaba la llevaron a investigar. ¿Por qué en un lugar donde suceden los sueños de miles de niños hay cabida a estos traumáticos sucesos? ¿Cómo es posible que en un complejo tan preparado como SeaWorld, con entrenadores cualificados y animales tan felices pueda revelarse a su cuidadora y causar un trágico accidente? Éste es el germen del documental, que acabó siendo casi una defensa al medio animal.
Si el año pasado te estremeciste tras el accidente que tenía el personaje de Marion Cotillard con una orca en De óxido y hueso, no puedes perderte Blackfish.

Tilikum es una orca que ha matado a varias personas a lo largo de su vida en cautividad. ¿Qué lleva a un animal, de inteligencia demostrada como las orcas, a atacar a la mano que le da de comer? Cowperthwaite explora este y otros temas relacionados, apoyándose con entrevistas de ex entrenadores de SeaWorld o pescadores de orcas. Poco a poco se va viendo como el idílico mundo de los parques acuáticos no es tal y que se intenta “maquillar” estos “accidentes” para no dañar la imagen del parque.

El tratamiento emotivo del tema hace que reflexionemos sobre nuestro papel en el mundo con relación a otras especies. Hechos como oír a una orca llorar por haberle arrebatado a su cría encogen el corazón.




Quizás el no tener bien claro el punto final del documental, sino que se haya yendo creado según la investigación ha dado como resultado un film un tanto partidista, acrecentado por la negativa de SeaWorld a ser entrevistada para la película, pero el propósito por el que está hecha y el cariño a lo que cuenta son suficientes para olvidarlo.

Pero no sólo es el cariño lo que sustenta el documental, ofrece imágenes impactantes y poderosas, tanto de incidentes en shows, ensayos u orcas en su hábitat natural que harán las delicias de los amantes de la naturaleza.

Blackfish (que es el nombre que le daban los nativo-americanos a las orcas, a las cuales tenían gran respeto por su gran tamaño) fue presentado en Sundance, y aunque el premio se lo llevó el documental Blood Brother, su nombre ha cobrado gran notoriedad, recibiendo muy buenas críticas tanto en Metacritic como en Rotten Tomatoes.

Es así que John Lasseter y Andrew Stanton cuando la vieron, decidieron cambiar el final de Finding Dory (película en la que estaban trabajando, continuación de Buscando a Nemo) y modificar la descripción del parque marino que sale en la película.

Y es que tras ver Blackfish, es prácticamente imposible volver a mirar con los mismos ojos a los zoos y parques acuáticos.

7/10

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