Título original:
Creative Control
Año:
2015
Fecha de estreno:
20 de Octubre de 2017
Duración:
97 min
País:
Estados Unidos
Director:
Benjamin Dickinson
Reparto:
Benjamin Dickinson, Nora Zehetner, Dan Gill, Meredith Hagner, Gavin McInnes, Jay Eisenberg, Sonja O'Hara, Jessica Blank, Austin Ku, Reggie Watts, H. Jon Benjamin
Distribuidora:
Festival Films
El director de la preciosista "Creative Control", Benjamin Dickinson, vuelve a sorprendernos con un estilizado y creativo proyecto alrededor de la Brooklin más tecnológica y snobista. Su blanco y negro nos recuerda al Antonioni más sesentero; y la temática (la alineación en un entorno excesivamente tecnológico) se trata de la misma forma que en "Her" (Spike Jonze). Pero "Creative Control" logra crear su propia marca: es una versión más cool y vintage orientada a hipsters post-modernos. Pero, gracias a un lenguaje narrativo simple e intuitivo, todo el mundo puede admirarla y disfrutarla. Esta segunda película del director no es tan satírica como su ópera prima, pero eso no quiere decir que no tenga sus momentos de humor inteligente e irónico.
"Creative Control" es también una comedia dramática muy bien hilada y coherente y además tiene ciertas pretensiones. Benjamin Dickinson consigue una obra limpia y clara gracias a un particular tono ligero y más amable; la temática a tratar siempre se nos muestra por cauces convencionales —utilizando un lenguaje muy sencillo. El tema sobre el que circunda toda la trama no es otra que la deshumanización dentro de un mundo más tecnológico y falso. A pesar de ello, "Creative Control" siempre mantiene un tono dramático bastante ligero que profundiza en la tesis principal.
El uso del blanco y negro no es ninguna artimaña snobista, pero sí es un pequeño homenaje al Antonioni de su trilogía de la incomunicación, ese blanco y negro conecta con la temática a tratar porque simboliza la tristeza y desesperanza dentro de un contexto excesivamente tecnológico y urbano (nos recuerda mucho en este aspecto a "2001: una odisea en el espacio" y "Her"). Además, se consigue un mayor contraste cuando abandona ese blanco y negro tan pulcro para introducir elementos a color con una importante carga simbólica.
Nuestro protagonista se encuentra en una perenne depresión porque no encuentra la felicidad a pesar de su elevada posición social y económica —pertenece a la jet set más pretenciosa y aburguesada—. La tecnología inunda cualquier intento creativo y existencial por recuperar la propia naturaleza del ser humano; la cultura de la imagen y la hipersexualización se convierten en la única forma de vida exitosa, todo es marketing. Las personas recurren a lo fácil, inmediato y banal, irónicamente las drogas se utilizan diariamente para confrontar esa realidad ya olvidada; por contra, el yoga y la meditación es el otro camino que te ayuda a confrontar esa realidad. Desafortunadamente ningún camino parece ser exitoso, la degradación humana es ya insalvable, no hay vuelta atrás. Pero, el hecho central de la película es el invento de unas gafas que "aumentan" la sensación de realidad —también fomentan tu creatividad—, este invento parece un sustitutivo a los dos caminos anteriores. Pero, afortunadamente, es mucho más que eso, nuestro personaje se zambulle en ellas para desaparecer poco a poco de su vida exterior. El mundo que le rodea le es ajeno y triste.
"Creative Control" es precisamente lo que dice su título: control creativo. Porque es una experiencia creativa gracias también a su estilizado montaje y efectos digitales. Además mantiene un equilibrio perfecto entre lo trascendental de los cinéfilos más experimentados y el gran público, este es su gran logro; dicho de otra forma, el uso de un lenguaje directo y fácilmente comprensible ayuda al entendimiento de toda la trama. La mezcla de ese blanco y negro junto con una temática más moderna logra una genuina obra vintage. Todo en "Creative Control" es conscientemente pseudointelectual.
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