Título original:
Una mujer fantástica (A fantastic woman)
Año:
2017
Fecha de estreno:
12 de octubre de 2017
Duración:
104 min
País:
Chile (Coproducción USA / Alemania / España)
Director:
Sebastián Lelio
Reparto:
Daniela Vega, Francisco Reyes, Luis Gnecco, Aline Kuppenheim, Nicolás Saavedra, Amparo Noguera
Distribuidora:
BTeam Pictures
Sebastián Lelio estrenó
en 2013 Gloria, donde nos ponía como protagonista a una mujer
fuerte, enfrentándose a la vejez y a los prejuicios que vienen de la
mano con ella, demostrando que un espíritu combativo todo lo puede.
Ahora estrena Una mujer fantástica, poniendo de nuevo un
personaje femenino en el epicentro del relato, que debe hacer frente
no sólo al dolor de una pérdida, sino también a la incomprensión
social que genera su condición transexual.
Ella es Marina, camarera
y cantante a veces en un barecillo. Tiene una relación sentimental
con Orlando, veinte años mayor. Entre ellos existe un amor que no
atiende a prejuicios de ningún tipo. Pero una mañana Orlando se
despierta con fuertes dolores, por lo que tiene que llevarlo al
hospital y allí fallece. Ahora Marina deberá enfrentarse sola al
dolor y la ausencia, a la sociedad y los familiares de Orlando, que
no toleran su relación y no desean que asista al funeral.
Pero desgraciadamente,
Lelio no llega a las cotas que llegó con Gloria. Sigue
teniendo momentos, pero Una mujer fantástica no funciona tan
bien como drama personal porque está más enfocada en su crítica
social y en el drama del mismo. Y sí, estamos de acuerdo en que hace
falta más educación cultural e informativa sobre este aspecto, pero
pienso se podría haber trabajado mejor el guión para no crear
situaciones de dramatismo forzado y personajes que den lugar a
maniqueísmos que lastran en cierta manera el mensaje lanzado. Esto
queda patente en situaciones como la de la misa con la niña de
repente llorando o la del “secuestro express” del coche. Tampoco
entiendo demasiado que la película empiece presentándonos a
Orlando, todo desde su punto de vista, cuando realmente la película
es sobre Marina. Ahí ya hay un problema que nos hace conectar tarde
con su personaje, y entre eso y la introversión propia ya de ella,
te alejan lo suficiente como para que la conexión
espectador-personaje no funcione como debiera. Y en este tipo de
películas es fundamental.
Sin esto, tan solo
tenemos un drama social más o menos apañado, con buenas ideas (la
escena del viento, por ejemplo) pero poco destacable a la postre. Ni
siquiera la metáfora del canto, signo liberador, funciona del todo,
porque no hay un previo trabajo en la historia detrás que haga fluir
esta idea, sino que simplemente aparece cuando conviene. Así pues,
me es imposible que la palabra decepción no asome por mi mente, pese
a todo.
6/10
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