Título original:
Ah-ga-ssi (The Handmaiden)
Año:
2016
Fecha de estreno:
02 de diciembre de 2016
Duración:
145 min
País:
Corea del sur
Director:
Park Chan-wook
Reparto:
Ha Jung-woo, Kim Min-hee, Jo Jin-woong, Kim Tae-ri, Moon So-ri, Kim Hae-suk
Distribuidora:
La Aventura Audiovisal
Tras probar suerte (con
éxito) en tierras americanas con Stoker, Park Chan-wook
vuelve a su país para rodar La doncella, inspirada en la
novela Fingersmith (aquí llamada Falsa identidad) de
Sarah Waters. Para los puristas de las adaptaciones, hacer hincapié
en que es más inspiración que adaptación propiamente, pues se
cambia situación temporal y geográfica, entre otros elementos.
Estrenada en Cannes con
buena acogida en general, el nuevo trabajo del director coreano
aterriza en las carteleras españolas con el inicio del último mes
del año.
Nos situamos en la Corea
de 1930, durante la colonización japonesa. En ese contexto se nos
presenta a Sookee, una carterista a la que su jefe (que se hace pasar
por un falso conde) robar la herencia de una rica mujer japonesa,
Hideko, que vive en una gran mansión recluida por su tío. Para ello
Sookee se hará pasar por la nueva doncella de la casa. Es por esto
que encontramos diálogos tanto en coreano como en japonés (que
buenamente han tenido el detalle de subtitular de color distinto).
Así, la historia (dividida en tres partes) jugará, como bien apunta
el título en español de la novela de Waters, sobre este juego de
dobles identidades, formando un buen thriller psicológico sin dejar
de lado el estilo Chan-wook y su particular humor que le caracteriza. A modo de curiosidad, decir que el título original 'Ahgassi' hace referencia a Hideko, mientras que 'La doncella' se refiere a Sookee. Es curioso este cambio en el título, aunque comprensible dado el gran talento que demuestra la debutante Kim Tae-ri, que en muchas ocasiones eclipsa a sus compañeros de reparto.
Además, el director
sigue sin cortarse un pelo, y si en Oldboy era capaz de
mostrarnos como Dae-su se comía un pulpo vivo delante de nosotros,
aquí es en el apartado erótico y en los gustos 'peculiares' del tío
de Hideko imprimen la controversia de la película. Pero lejos de ser
un elemento gratuito, la perversión y el humor negrísimo son parte
de la historia a contar. De hecho, la película se mimetiza con el
relato de tal manera que podría pasar por una parodia (en el buen
sentido) de uno de los cuentos eróticos que se relatan. El clima
voyeurista y el suspense que se alcanza está bastante logrado, y los
giros argumentales sorprenden sin resultar inverosímiles.
Desde luego, hablando de
una película de Park Chan-wook se da por hecho que hay una delicada
planificación de escenas y movimientos de cámara, que es uno de los
puntos fuerte de La doncella. En el cine del coreano, aunque
interesa e importa lo que se cuenta, siempre hay mayor hincapié en
el cómo nos lo cuenta. Aquí no es una excepción. Es una pena que
la tercera parte no esté a la altura de las otras dos, lo que hace
que finalice con sensaciones a la baja en vez de al alza, aunque eso
no quita que la película global sea notable. Son dos horas y veinte
minutos sin apenas decaídas de ritmo, sino que va cogiendo fuerza
como una locomotora, hasta que ya no hay quien la frene. Eso sí, por
mucho que tenga elementos románticos y pueda parecer un drama de
época, dista de ser complaciente, todo lo contrario, la historia
tiene muchos lugares oscuros y malsanos, pero Chan-wook los relata
con tal belleza e ingenio que hasta te hace sentir culpable de
disfrutar de la amoralidad que se desprende. Un auténtico ejercicio
de estilo con una narrativa con “efecto Rashomon” con
varios prismas proyectando una sola historia. Desde luego merece la
pena acercarse a ella.
7/10
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